El primer domingo que no hice Madrid al Tanto, el primer domingo sin estar pegado a mis equipos, el primer domingo sin contar las historias, las hazañas anónimas de cientos de futbolistas modestos por los campos de mi Madrid… Justo a las once de la mañana me monté en el coche y encendí la radio, escuché la sintonía del programa y rompí a llorar. Necesitaba estar cerca de mi fútbol, de lo que he sentido como mi vida, cerca de los miles de recuerdos alegres que sentí como uno más de vosotros, con la única diferencia de tener un micro delante. Os juro que conduje llorando desde mi casa hasta un campo. No planeé un rumbo fijo, me daba igual dirigirme al norte o al sur, al este o al oeste porque sabía que encontraría una guarida en la que cobijarme durante un par de horas. No haría falta ni entrar, me reconfortaría con aparcar cerca de cualquiera de mis campos municipales.
Algo me guió hasta el aparcamiento de Butarque, hubiera preferido el antiguo Municipal, pero lo importante estaba dentro, el Lega. El equipo del que conté historias en Tercera mientras estuve en Ser Móstoles y que me permitió narrar cientos de partidos en Segunda B y Segunda en “mi Onda Madrid”. El instinto nunca falla y me llevó allí porque todas la sensaciones que he tenido amando y trabajando para el fútbol de mi tierra se juntaban allí.
El CD Leganés siempre me sirvió de ejemplo a la hora de explicar cuál había sido mi mejor experiencia delante de un micrófono. La forma de aunar el fútbol modesto con la posibilidad de contar historias hermosas, historias imposibles. Aquel Lega también sirvió de ejemplo para otros equipos de Madrid, siempre con poco presupuesto, para plantearse hazañas como la protagonizada por los pepineros. Aquel ascenso a Segunda A fue una estela a seguir para todos. Y haber sido testigo directo, el único que lo contó en radio, un honor.
Escribir sobre el Leganés me implica resucitar recuerdos, maravillosos recuerdos, es inevitable. Pero también escribir sobre una gestión perfecta en la actualidad, en lo deportivo y en lo administrativo. Ser un equipo moderno, del siglo XXI, aprovechando los recursos que te ofrece el mundo en el que vivimos para hacer más grande al club en lo futbolístico y en lo social. Con un presupuesto que no se puede comparar con los de otros equipos de Segunda los jugadores del Lega pelean y dignifican la camiseta que defienden. Esas virtudes fueron las que llevaron hace ya unas décadas a un grupo de valientes a inventar el lema “impossible is nothing” y convertirse en “Leyenda”. Y la historia del Leganés esperará a que otros héroes les sucedan.
José Luis Poblador. Periodista y presentador de Matagigantes (www.matagigantes.net)
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