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Al Lega se le agota el tiempo

«Las prisas son para los ladrones y los malos toreros» y a este Lega no le queda mucho tiempo que perder. El reloj empieza a quemar en las manos con el consecuente miedo de que termine explotando. Javier Aguirre ha cambiado el ánimo de la plantilla, en eso no hay dudas, pero la clasificación sigue ajusticiando al equipo domingo tras domingo. No hay luz que valga, no se ve la salida al final del túnel y el siguiente peaje, para colmo, se llama Sánchez-Pizjuán.

Debería el Lega acordarse de las palabras de su principal mentor: Asier Garitano Aguirrezabal, que siempre decía que «todos los partidos son de nuestra liga». Si empezamos a quitar los ‘grandes’, más lo de Europa, más los históricos, al final compites contra cuatro y eso minimiza mucho las opciones. «Si estamos aquí es porque nos lo hemos ganado». Vamos a mirarnos al espejo y pensar que no somos tan feos. Ni mucho menos. En Sevilla también se puede, pero no sólo eso, sino que se debe.

La visita del Barça aumentó la mala leche, la rabia y el coraje por haber tenido cerca -más en resultado que en sensaciones- al líder de la Liga. Pero dos goles a balón parado desactivaron el plan de Aguirre, un muro de cinco defensas con dos piezas que no terminan de pegar el hormigón. Por ahí nacen muchos de los problemas y es justo reconocer que ni Siovas ni Omeruo están ofreciendo lo que se espera de ellos.

Lo han enseñado en Butarque y sobre ellos se sustentó la salvación la temporada pasada. Sobre todo por el griego, un mariscal capaz de jugar en cualquier otro club de este campeonato. Volvió el capitán Rubén Pérez, gran noticia, y En-Nesyri ya no está enfadado. Buena nueva, también. El discurso de Aguirre todavía tiene vida pese a los resultados. Contra la Real no tuvo tiempo ni de ajustarse el chándal y contra el Barça pagó caro la ‘masiva’ citación de internacionales, pero las sensaciones ya no valen, lo que valen son las victorias porque a este Lega se le agota el tiempo…