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cabó el partido con el Sevilla y me cansé de leer comentarios sobre la condición de “peor local” que se había ganado el Leganés. Cuatro partidos y solo un empate en su debut en Primera. Manda narices pensarán algunos. Uno de doce puntos posibles, los números no engañan, pero resulta demasiado pobre quedarse sólo con ellos. Decía Juanma Lillo, ayudante -precisamente- de Sampaoli en el Sevilla, que la estadística sólo ha hecho que empeorar el análisis futbolístico. No importan las sensaciones, importa el mensaje lapidario que sentencie o encumbre a un equipo.“Si usted se come un pollo y yo no pruebo un bocado, la estadística dirá que nos comimos medio cada uno”. Esta frase, que repetía tanto Lillo en su etapa como entrenador, es un buen ejemplo para constatar la realidad del Lega. De los cuatro partidos en Butarque, tres fueron rivales de ‘Champions’. Atleti, Barça y Sevilla. El otro fue el Valencia -como si lo fuese-, y aún así sudó más de la cuenta para salir victorioso de un Leganés cosido a base de trabajo y más trabajo.
La respuesta, en mi caso, es evidente. ¿Merecieron Sevilla y Valencia ganar en Butarque? ¿El resto de rivales que han comenzado en casa tuvieron idéntico calendario? ¿Han parado a valorar sus propias sensaciones más allá del dichoso dato de que el Lega todavía no ha ganado en su casa? Amigos estadistas, el fútbol nunca podrá ser una cuestión de números. Todo lo contrario, el fútbol es esa jugada que produce un cosquilleo en el estómago. Esa jugada, que no fue gol, y que nunca saldrá en las estadísticas.
Lo peor es que hacéis caso, vosotros los periodistas, a todas estas informaciones de números que no dicen nada. Estoy de acuerdo, es más importante cómo juega un equipo que las estadísticas de Mister Chip.
estoy de acuerdo contigo IVANCITO. tenemos que seguir como hasta ahora no descuidarnos y mantener la ilusión en una categoría que puedes estar arriba como abajo.
Los que han pasado x butarque han sido equipos de arriba. Y tanto Valencia como Sevilla no fueron superiores al Leganés; aunque tristemente miras al casillero y las cosas no se merecen se deben de conseguir. Aún así con la cabeza muy muy alta gracias al sudor de los nuestros. Vendrán rivales más «asequibles» y quien sabe si puntos sin merecerlo. Pero nadie nos dijo que esto iba a ser fácil