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o lo sé. Sólo sé que estoy contento”, dijo Asier Garitano, preguntado si su Lega es el equipo revelación de la Liga. El míster, a punto de recordar a Sócrates en su comparecencia, se despojó de todos los elogios como buena costumbre. En su tono habitual contestó: “En realidad me da igual si somos el equipo revelación. Eso lo decís vosotros”. Con una sonrisa y tres preguntas más dio portazo a una rueda de prensa en la que reflejó el mismo estado anímico que sus jugadores. Eso sí, ni un desliz con pensar “chorradas” de la Europa League.

Los goles de Gabriel y Szymanowski no hacen más que alargar el buen momento de un Leganés que, pese a los regates del míster delante del micrófono, es a día de hoy, un equipo que merece un sinfín de elogios. Desde su solidaridad defensiva -pasando por un Rubén Pérez imperial en la medular-, hasta el delantero, que levanta el primero el pico y la pala, consciente de que sin ese trabajo no será titular.

El Lega es sexto con 14 puntos, ha encajado solo tres goles (el que menos en toda la Liga junto al Barça) y ha embuchado un tercio de los puntos que necesitará para seguir un año más en Primera División. Tres victorias fuera de casa y… ¡es mediados de octubre! Y cuatro jornadas sin hincar la rodilla. Sin perder la perspectiva, sin mirar el presupuesto, sin entender las dificultades para convertir ingenio en recursos ¿No suena nada mal, no?

Por delante, cuatro partidos de aúpa, empezando por la visita del Athletic este domingo. A partir de ahí, Sevilla, Valencia y Barcelona, éste último en Butarque. Es imposible saber lo que conseguirá el “equipo revelación” ante esos cuatro gigantes, pero también era imposible adivinar que el Lega llegaría a la jornada 8 con 14 puntazos. De momento, un servidor sigue disfrutando cuando ve la televisión y no tiene que esperar a que el presentador enseñe la segunda parte de la clasificación. Ventajas de ser sexto. Ventajas de seguir soñando.