«S
e esquilan ovejas». Así rezaba un cartel publicitario del campo municipal El Carmen de Sariñena, una pequeña localidad oscense donde el Lega dio un paso de gigante para subir a Segunda. Goleó 0-4 y certificó su candidatura al ascenso. Hace exactamente dos años que mi cerebro registró aquella imagen en el disco duro. «La Cantera tiene más glamour«, decían algunos socios de nuevo cuño. El Leganés ganó aquel 3 de mayo a un equipo cuya localidad tenía menos habitantes (4.200) que socios el club pepinero. Con todos los respetos, era un equipo que empezaba a derribar la puerta y demandaba otros escenarios.732 días después salí de San Mamés con cara de tonto. No se trataba del Athletic, pero sí de un paso muy importante para volver en poco tiempo a medirnos con Aduriz, Muniain y compañía. El nuevo templo de los leones, el «mejor campo del mundo», como así lo bautizó Asier Garitano en la previa, sirvió para que el Lega lograse su sexto triunfo fuera de casa (1-2). Por ende, ratificó la condición de líder y elevó hasta seis los puntos de ventaja respecto al tercer clasificado. Si se trata de una cámara oculta, hagan por favor que aparezca ya el bromista.
La diferencia es abismal entre el 2 de mayo de 2016 y el 3 de mayo de 2014. No hay gotas de casualidad en el ideario de Gary Cooper, igual de exitoso que el oscarizado actor americano. Garitano logró un ascenso en su primera temporada y pelea por otro sólo dos temporadas después. Rara avis en el fútbol. El milagro pepinero está una semana más cerca tras la victoria en La Catedral. Si hubiese elegido vivir un sueño como periodista, hubiese sido éste. Contar el ascenso de mi equipo a Primera. No tengo dudas. Salí de San Mamés mirando a mi espalda, no vi ninguna cámara. Fue entonces cuando pensé que se trataba de «un paso casi definitivo«.