
En el bar no hay ningún interés por ver el partido, nadie hace caso al televisor excepto yo. El partido televisado a las 13.00 horas de un sábado de sol radiante en Madrid deja en fuera de juego a los que tenemos alguna razón para renunciar al vermú en plena explosión de alegría urbanita en la calle.
Alguno mira de rebote a la pantalla por curiosidad al verme tan perplejo durante el partido. «Vaya putada le han hecho al Leganés dejándole sin Braithwaite» me dice alguien al descubrir qué partido se jugaba. «No lo sabes tú bien» respondo. Sin más diálogo se va del bar.
Sin embargo dentro de mí siento que la desgracia de la marcha del danés no es el único lastre que nos condena ahí abajo, el planteamiento de cinco atrás y un sólo punta me desmoralizó antes de comenzar el encuentro. A tenor de los resultados y de los acontecimientos esperaba «algo más arriesgado». La última alegría fue el gol de Óscar Rodríguez en Butarque y después, letanía de miserias contra Levante y Betis. Braithwaite es sólo un vagón más del tren que se lleva yendo desde hace mucho tiempo.
El efecto revulsivo de Javier Aguirre parece haberse agotado. Empiezan a alzarse voces críticas entre los socios que no entienden los planteamientos demasiado conservadores del mexicano jugándonos la supervivencia.
Gol de Iago Aspas en el único disparo a puerta de un equipo al que hemos tenido con 10 desde el minuto 17.
Éstas situaciones sólo las pueden salvar los Futbolistas con mayúsculas, los que sienten un escozor en su orgullo mayor que su profesionalidad y sólo a partir de ahí se podría esbozar un mínimo horizonte de esperanza. Sólo si se sale a matar o morir se podría dar un giro a la situación actual.
«Cariño, ¿qué signfica para el Lega perder hoy éste partido?» me pregunta María cariacontecida al ver mi semblante. «Lo mismo que no ganar la semana pasada y la anterior» respondo mientras pago la cuenta en la barra.
El camarero me da las vueltas y me dice «Mientras las matemáticas no digan lo contrario seguís teniendo opciones«. Miro al televisor antes de responder, veo el semblante alegre de los ganadores celebrando la importancia de esos tres puntos y el semblante inexpresivo de los nuestros volviendo al vestuario.
Respondí en voz baja «si, pero ¿a quién le importa el Lega? Nadie se acordará de nosotros cuando bajemos» Ahora valoro mucho más lo bonita se ve la vida a lomos de la cola del león, y lo rematadamente decepcionante que resulta aspirar a intentar volver a ser cabeza de ratón.
Pasan de las 15.00 horas y en la calle la gente aprovecha el sol que más se disfruta del año, los niños corretean por la acera, tengo el ánimo por los suelos y la vida continúa.
CREAMOS HASTA EL INFINITO PORQUE MÁS ALLÁ DE LA RAZÓN SÓLO HAY UNA RAZÓN: !!!!!NUESTRO LEGA!!!! 15 de mayo de 1995. Últimos minutos del último partido: CD LEGANÉS – HÉRCULES CF El olor de la tragedia Todo parecía resuelto con el gol de Vivar Dorado cuando Mesas intercepta la trayectoria del balón en el área con su mano. El estadio enmudece y los transistores aplastan a su correspondiente oreja. Vuelve el mareante olor de la tragedia. En el tiempo en que Mesas tarda en ver la roja y Paquito en lanzar la pena máxima, el Municipal vuelve a vibrar: el Mallorca ha marcado contra el Murcia. La alegría se torna en euforia cuando Aguilera intuye la trayectoria del balón y logra parar el lanzamiento de penalti. Y no se vayan, aún hay más. En el último minuto de partido, Barba realiza una jugada de mérito sorteando a varios contrarios. Pierde el balón al llegar al área, pero saca la garra y lo recupera. Se la da a Miguel Ángel, que, con un toque divino, deja un balón muerto a tres metros del marco. Alonso llega en carrera y ajusticia al Hércules. El estadio rebosa euforia. Con el Lega hay que aprender a sufrir para después poder paladear el postre: la victoria. !SANDRO, SÍ, LO VOLVEREMOS A HACER! El Pichu Cuéllar y sus muchachos tienen ya el cuchillo entre los dientes para ir a por esa «puñetera permanencia». Aunque tenga que caer el Alavés de Garitano…son daños colaterales… No podemos elegir. O mejor…elegimos ganar. Elegimos no rendirnos. Elegimos pelear hasta la extenuación. Elegimos ser el Leganés y lo volveremos a hacer…Por ti, y por todos los pepineros de corazón como el Profe Velas, David Aguilera…y a ritmo de Sandro, a tu ritmo y contigo. Porque contigo, Sandro, empezó HB
Mi querido Jose Luis, escribo éstas líneas bajo el efecto erizante de tu relato con los pelos electrizados de la emoción. Gracias por éstas líneas, llenas de la incontestable verdad que avala la historia de un club que iguala gestas con disgustos.
Son pocas, pero inolvidables, las ocasiones en las que hemos abrazado entre lágrimas al que teníamos al lado fuera de sí celebrando un Gol milagroso (se me viene a la cabeza aquel gol de Aníbal contra Universidad de las Palmas)…
Lo tenemos tatuado en nuestro adn.
Acabaremos triunfando
o Juntos en la Miseria.
pero la comunión de unidad en el espíritu de los pepineros volverá a escribir líneas de gesta a piedra y fuego en la historia del Lega.
Ójala esas líneas se escriban éste año