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¡Al loro, que no estamos tan mal!

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odavía, cuando voy a mirar la clasificación, tengo el impulso innato de clickar sobre la pestaña del grupo II de segunda B. Aún no me acostumbro a visitar otro sitio que no sea Futbolme, como en los viejos tiempos, ni a ver que hablan de nosotros en otros lugares más allá del universo `Legamanía’.

Tampoco trasnocho si se anuncia la presencia de un futbolista del ‘Lega´ en un espacio de relumbrón y no me altera en demasía visitar el Santiago Bernabéu antes que Lasesarre o el Salto del Caballo. Me gustaba, también, llegar a pueblos, que en algunos casos no superaban los 5.000 habitantes, y preparar ese día como un acontecimiento. Sí, a mí me molaba el barro.

Pero, verán, aunque no me he acostumbrado a los focos, tampoco lo echo de menos y estoy cómodo en nuestra ‘zona de confort’. Digamos que los de Garitano aún no nos han hecho pasar apuros. Y oye, con más de un cuarto de Liga ya jugado, eso es algo que se agradece. Incluso la normalidad, bien llevada, hace que sobrepasemos las ‘turbulencias’ de las últimas fechas en forma de lesiones.

El sol vuelve a salir, sí. El bueno de Iago paró la sangría de goles (6) que el Leganés había encajado durante la última semana y plantó cara –con poca fortuna- a un ‘submarino’ que promete ser de Champions. Esperando hacer, eso sí, una carta a los Reyes Magos plagada de fichajes nuevos, los pepineros consiguieron mantener el orden en su territorio. Incluso dejaron con miel en los labios a algunos que ya cantaban el gol en algunas aproximaciones de Machís o Victor Díaz.

Estoy tardando en cogerle el punto a Primera, reitero. Pero no les negaré que estoy seguro. Más aún si cabe teniendo un paraguas grande, enorme, desde el que aún no nos hemos mojado en los puestos comprometidos de la tabla. No, no estamos entre los mejores –como a alguno le gustaría- pero hemos competido contra todos ellos y estamos a salvo, donde mejor podemos estar.