Luis Rodríguez de Miguel. Año 1993. El Castellón se adelanta en el marcador en un balón mal atajado por Mario en el minuto 80. El portero leganense se lamentaba del error tras conseguir ser titular por segunda jornada consecutiva. En las postrimerías del partido, un córner botado desde la banda izquierda pepinera daba la posibilidad al canterano de redimirse del error. Luis Ángel Duque le solicitó que se incorporara al remate y Mario logró conectar un auténtico testarazo directo a la escuadra y ante el que nada pudo hacer el rondeño Fernando Peralta. El canterano había logrado salvar un punto.
Nos os voy a negar que si he hecho coincidir mi publicación con un 13 de noviembre no es por otro motivo que el de homenajear desde mi rincón a un pepinero de pro. Se cumplen veintidós años del gol que para muchos pepineros transformó a Mario en ‘Súper Mario’. Quizás cuando terminéis de leer esta entrada, podréis aseverar que esa transformación se produjo muchos años antes.
Desde muy temprana edad, el pequeño Mario atesoraba un gran físico. A su potente complexión unía esa gran preparación física que le hacía sobresalir y ser el mejor jugador del equipo, sí el mejor jugador. El remate de cabeza del pequeño Soria, así era conocido por aquel entonces, ya era imponente. Era el máximo goleador del C.P Calderón de la Barca, y así comenzó su historia con un balón.
Un cambio de residencia familiar, le llevó al C.P. Francisco de Quevedo y Mario volvía a destacar entre sus compañeros siendo uno de los máximos anotadores. Esa temporada ocurrió algo que cambió por completo su devenir con el balón. El único portero que tenían disponible, se presentó al encuentro con un brazo escayolado y el entrenador no dudó en poner al pequeño Soria entre los tres palos. Con unas intervenciones notables, Mario no dejó el puesto de titular en toda la temporada. Ahí comenzaba su experiencia como cancerbero.
La experiencia como guardameta se hizo aún más patente con la creación de su nuevo equipo, los jardines de Leganés, que se engendró entre vecinos y amigos de su nuevo domicilio familiar. Ahí nuestro protagonista ya comienza como portero a todos los efectos y en un encuentro ante el laureado equipo local del Entrepeñas, le endosan la friolera de 18 goles. A pesar de la goleada, sus intervenciones no pasaron por alto y el equipo rival le incorporó en su plantilla para disputar lo que sería su primera experiencia en liga federada. Curiosamente allí coincidió con un portero con el que posteriormente accedería de la mano a la primera plantilla del CD Leganés procedente del Legamar, Raúl García Renero.
Tras la experiencia en el Entrepeñas, Mario se compromete con la Paz de Leganés dónde comienza siendo entrenado por Felipe Sánchez, padre de otro histórico jugador del CD Leganés, Alfredo Sánchez Benito ‘Alfredito’. El equipo tiene etapas en las que se presentan escasos de efectivos por lo que se toma la decisión de que tanto Mario Soria, como su compañero bajo los palos, alternen la portería con partidos como jugadores de campo.
Luis Rodríguez de Miguel. Año 1983. Córner lanzado por la Paz de Leganés desde su banda izquierda hacia el área rival. Mario, en esta ocasión con el rol de jugador de campo, anota un testarazo que se va directo contra la escuadra y adelanta a su equipo. Mismo estadio, mismo córner, misma portería y misma testa. Ahí nació el verdadero ‘Súper Mario’. La leyenda pepinera. Todo lo que vino después, fueron años de pasión y dedicación por unos colores.