Por necesidades del guión llevo viviendo en Madrid casi un año, lo que me ha obligado a reconfigurar rutinas de primera necesidad como ir al peluquero. Viene a resultar que la peluquería que mejor me han atendido no es la más cercana a mi casa, pero decepcionantes intentos me condujeron a ella irremediablemente.  Son dos hermanos los dueños del negocio local, ávidos de conversación futbolera con el que quiera darles cuerda, y para más señas socios del Getafe. 

Debo decir que son encantadores, aunque yo no he desvelado mi militancia pepinera hasta hace bien poco, justo antes del derbi para darle más sentido al masoquismo que acompaña la semana. El capricho del destino me obligaba a cortarme el pelo justo la semana pasada, tras el humillante 0-3. 

Manteniendo una lógica distancia entre cliente y peluquero pasamos por el asunto del derbi de puntillas. Ellos sin hacer sangre, yo sin aferrarme demasiado a la proclama de la permanencia, sobre todo a tenor de la visita en ciernes al Wanda que más auguraba “palmatori” que otra cosa. 

¿6 Defensas? 

Nada más conocerse la alineación del Lega en la visita colchonera, mi whatssap empezó a llenarse de mensajes agoreros. Seré sincero, firmaba el empate, episodio del Pichu incluido, antes de empezar. Hay cierto regustillo por haber puntuado en el Wanda Metropolitano

Además, se han pasado tres rondas en copa del rey, pero el mundo pepinero sigue bebiendo los vientos que traigan fichajes de invierno. No parece estar claro si apostarlo todo a una gran figura de nivel o repartir lo ingresado por la venta de Nnesiri entre varios jugadores. El tiempo pasa y los mensajes que se lanzan desde la zona baja de la tabla con los refuerzos de Mallorca, Español y Celta siembran más incertidumbre (razonablemente justificada) en el aficionado pepinero. 

Mi peluquero toma el café matinal en el mismo bar que yo, ayer me dejó el café pagado y una nota manuscrita en el reverso de una tarjeta de su negocio que decía “tenemos que cuidar nuestro derbi, el Lega no debe bajar”