N
o me equivocaré si digo que para la gran mayoría de vosotros el partido frente al Atlético de Madrid no fue un partido más en Butarque. El día en si ya no fue igual. Era un sueño para muchos. Uno sentía los nervios y ese nudo en el estómago que se suele reproducir cuando tienes que enfrentarte a algo novedoso en tu vida. Aún no dependiendo de mí, tenía el compromiso y las ganas de que todo saliera bien. Que el ‘Lega’ como institución y equipo diera buena imagen, que la afición estuviera a la altura y que los 10.958 espectadores que iban a abarrotar Butarque se fueran con buenas sensaciones de un estadio que había tenido que amoldarse a la multitud de cambios que exigía la Liga, y todo en un espacio muy corto de tiempo.Los de Asier Garitano lograron desactivar el ataque del equipo de su homólogo el «Cholo» Simeone a base de ser un equipo en mayúsculas. Bien plantado en el terreno de juego y consistente en todas sus líneas, los pepineros, aún no empezando a su mejor nivel, lograron atascar al equipo de la Ribera del Manzanares. La cohesión entre líneas, la poca generación de situaciones de ataque y las buenas actuaciones de un crecido Jon Ander Serantes, llevaron a lograr un empate sin goles ante un subcampeón de Europa plagado de internacionales.
Después de un día tan agitado, no les voy a negar que me costó más de la cuenta conciliar el sueño. Me venían constantes flashes cronológicos de la historia del Lega: esa celebración de Peces dirigiéndose de rodillas hacia el fondo del Luis Rodríguez de Miguel tras lograr el ascenso del 93, esa muñeca vendada de David, ese bigote del Capi Dorado, ese puro de Don Jesús Polo, ese gol de Super Mario de cabeza, y el de Insua, el golazo de chilena de Moisés, y el del Guaje, ese imberbe Samuel Eto’o, Catanha y su gaviota, las veces que estuvimos rozando el descenso a Tercera, los argentinos, en definitiva todo lo que en menor o mayor medida ha ayudado a que el Lega sea lo que es hoy en día.
Desgraciadamente no recuerdo en qué momento dejaron de aparecerme tan históricos momentos pero creo recordar vagamente una celebración en Primera. No sé si aún estaba despierto o ya estaba soñando, pero recuerden que en Leganés los sueños se cumplen.