Tras el resurgir del Leganés de Pellegrino el pasado miércoles con aquella victoria balsámica ante el Barcelona, el equipo volvió a la competición en el Benito Villamarín. Esta vez, y en comparación con el equipo sin alma (así lo ví yo) que jugó en Eibar, el Leganés sí tuvo algo qué decir. Por lo menos, olió la meta verdiblanca e incluso pudo ponerse por delante si no llega a ser por el desacierto de Youssef En-Nesyri.
Dicho lo cuál, la majestuosidad de pase de Lo Celso y de Tello, acabó en las botas de Loren para el consiguiente y definitivo 1-0. De nada sirvió el puro ‘catenaccio’ pepinero que plantó a once tíos defendiendo un 0-0 fuera de casa. A dos minutos de la gloria, eso sí, pero ni siquiera el héroe sin capa encarnado en Cuéllar pudo evitar la derrota. Sí, han leído bien. Ahora Pichu es un héroe. La gente le quiere y le apoya cuando salva a su equipo (excepto los del Betis).
Más allá de la derrota y de las ‘buenas’ sensaciones que dejó el equipo fuera de casa los datos negativos son aplastantes. Mejor dicho, los datos DEFENSIVOS. Pero yo lanzo una pregunta antes de ver esos datos: ¿este es el camino correcto? ¿La mejor forma para puntuar fuera de casa es está? Oportunidades hubo para ello, eso sí, pero no fue el caso y aquí hablamos de realidades.
Con un 18% de posesión sí que se atisban datos positivos como haber tirado más veces a puerta que tu rival o habiendo igualado el número de contraataques, pero uno se pregunta si instaurados en la defensa de cinco el Leganés saldrá de esa terna de tres ‘descendidos’. De momento, paciencia y mucho que mejorar en un equipo que está arrancando. Los datos… hablan por sí sólos.
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