
La jornada 37 me permitió disfrutar del fútbol. No del visto en Butarque, ya que a estas alturas de la temporada y sin ‘nada’ que jugarse, es difícil ver la tensión de cuando te juegas la vida; pero pensándolo bien, prefiero no ver el mejor fútbol en estas últimas jornadas de Liga a cambio de que mi equipo esté salvado.
La locura del horario unificado hizo que todo ocurriese al mismo tiempo, bendita decisión. Pegado a la radio y sin sentir que mi equipo fue el protagonista. El Leganés llegó a una de las jornadas decisivas con los deberes hechos, y muy bien hechos. Contra el Espanyol se perdió. ‘Muy bien’ perdido. El Espanyol propuso más ante un Leganés que estuvo sin su bunker Bustinza más de 45 minutos. Se notó bastante la ausencia del capitán. Fue el primer partido con Pellegrino renovado y también fue el último partido en Butarque de la temporada.
El título de este #LluviaYGol, ‘la bendición de no sufrir’, es lo que primero que me vino a la mente cuando acabó toda la jornada. Un compañero me dijo: “Qué gusto da ver el fútbol con el Lega salvado ¿eh?” y que razón tenía. La bendición de no sufrir.
Es algo que hay que valorar. Llegar a mayo con el equipo sin rumbo y con los deberes hechos hace ‘disfrutar’ de la tranquilidad de estar un año más en la élite. Del partido, poco que contar. Lo mejor del Lega fue Lunin. El pasado jueves los futbolistas pepineros tuvieron día libre y pasando por la Instalación Deportiva para otros que haceres, estos ojos vieron a un solo futbolista sobre el césped, por lo menos en el momento que me tocó observar. Era Lunin, trabajando, parando y ejercitándose. Quizás, en ese momento ya sabría de su titularidad, quién sabe. Que se quede hombre…
Por el momento, ‘la bendición de no sufrir’ me dejó el mismo sabor de boca que otros años a estas alturas. El Leganés pasea relajado en las últimas jornadas por haber hecho las cosas bien. FIN.