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l Lega tiene muy cerca repetir un año más en la considerada mejor Liga del mundo. No les voy a engañar, yo no diría cerca. Yo doy por hecho que viviremos su tercera temporada consecutiva en la máxima categoría. A nueve jornadas de finalizar la campaña y sin descorchar aún las botellas de champán, me gustaría acordarme de Luis Aragonés. Él siempre defendió lo importante que eran los últimos diez choques de LaLiga. Para el Sabio de Hortaleza, era ahí donde se ganaban los campeonatos, se dilucidaban los puestos europeos y se lograba la permanencia. Pues ya hemos llegado, y el primer choque de los últimos diez cayó del lado pepinero y además mostrando la intensidad y contundencia que siempre le ha caracterizado. Se añoraba, ¿verdad?

Sin dejar de lado al zapatones, otra de sus frases célebres fue aquella de «y ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar, y ganar, y ganar, y ganar, y eso es el fútbol, señores». Tan simple y tan complicado. Tan cerca y a la vez tan lejos. Aragonés tenía toda la razón. Al final, todo se reduce a conseguir los tres puntos, sin importar el cómo, el cuándo o el dónde. Y más si cabe, este razonamiento gana mayor importancia con la llegada de las diez últimas jornadas del campeonato liguero. No me negaran que los resultados obtenidos hasta el día de hoy tienen un valor infinito, pero una mala racha durante este final de campaña puede dejar un sabor agridulce. El final determinará si el año ha sido muy bueno o se queda en bueno.

Créanme, no es una cuestión de exigencia. A falta de nueve jornadas el Leganés ya tiene un punto más que la temporada pasada, una ventaja muy importante respecto a la zona roja y una experiencia muy enriquecedora en el torneo del K.O. Pero todo lo que no sea tener ambición en el tramo final de LaLiga, dejará una sensación descafeinada. Si algún día el Leganés logra quitarse el rol de mirar hacia abajo, pasará por ser cada año mejor. En la 2016-2017 se consiguieron dos victorias en el último tramo liguero y eso pesó. Como en el juego de las sillas, la música ya ha comenzado a sonar. Todos los contrincantes están preparados para ubicarse en la más cómoda. Cuando la melodía deje de escucharse… será el momento de calificar la temporada.