Ahora, que se han disputado más de diez partidos, podemos empezar a hablar de las credenciales de candidatura al ascenso de un Lega, que por primera vez en su historia, se enfrenta a defender la condición de ‘favorito’ para conseguir subir nuevamente a Primera.

El hecho de bajar a Segunda te pone automáticamente en el horizonte una meta que por sí sola te sitúa en el grupo de cabeza para recuperar la categoría. 

Presentadas las credenciales con una plantilla más que suficiente para pelear con solvencia una de las tres plazas que llenan el ascensor que sube al primer piso, parece claro que los pupilos de Martí van a tener que hacer muchos méritos para disfrutar del viaje y pelear con muchos equipos a tenor de la apisonadora desplegada por el Español y por un Mallorca que sólo perdió en la primera jornada. 

Hasta la fecha el mayor de los avales están siendo los resultados, rentabilizando al máximo los goles en acciones individuales que están resolviendo partidos, pero generando dudas en ataque. Ha habido partidos que han generado mucho desasosiego en el ánimo pepinero. Pero, en otros, aún venciendo, ha dejado la sensación de un aprobado raspado. 

En definitiva, hay margen de mejora, pero está claro que la plantilla analizada hombre a hombre no ofrece lugar a dudas. He oído decir a gente que entiende de ésto, que con esta plantilla, el Leganés no hubiese bajado la temporada pasada.  

Un cortado con la leche fría.