Levantarse un lunes y saber que tu equipo ha ganado es uno de los pequeños placeres que te puede otorgar el fútbol. Más si cabe, si tu equipo es el Club Deportivo Leganés y marcha quinto en la clasificación de la que dicen, es la mejor Liga del mundo. Barcelona, Valencia, Real Madrid, Atlético de Madrid y Leganés. Hoy, casi 24 horas después del partido ante el Athletic y después de 9 jornadas, sigo sin creer que estemos en Europa ‘Legaue’.
Este equipo está consiguiendo ganarse el respeto de toda un Liga, de todo el panorama del fútbol español a base de esfuerzo, lucha, kilómetros y sobre todo, de FÚTBOL. Ese concepto que Asier Garitano está exprimiendo al máximo para sacar a la luz a un equipo que hace no tanto engrosaba la larga lista de equipos en Segunda B. Si nos vamos a la RAE, el fútbol es un «juego entre dos equipos de once jugadores cada uno, cuyo objetivo es hacer entrar en la portería contraria un balón«. La teoría es muy sencilla, pero centrándonos en el Leganés habría que denominar al fútbol: «Juego entre dos equipos de once jugadores cada uno, cuyo objetivo es no encajar goles y aprovechar las ocasiones para marcar gol». Eso exactamente está haciendo este equipo, con sólo tres goles encajados en 9 jornadas (810 minutos).
Por lo pronto, el guion es el mismo: dignificar a cualquier rival sea quien sea. Eso es algo que está calando en cada una de las mentes de los jugadores del Leganés. Mérito de Asier, que el viernes pasado ya lo avisó en rueda de prensa: «Que seamos favoritos en las apuestas es una chorrada«. Uno de los máximos exponentes del ‘Garitanismo’ y que está consiguiendo batir récords a base de trabajo, trabajo y más trabajo: primera victoria ante el Athletic en la historia del Lega, cinco partidos sin encajar goles (tres victorias y dos empates), mayor racha de imbatibilidad de esta temporada en las cinco grandes Ligas (487 minutos)…
De momento, el respeto de la gente que habla del Leganés va en aumento, y eso ha logrado que a día de hoy, nadie tilde al Leganés de candidato a bajar a Segunda, algo que en agosto era un hecho. El siguiente escollo en Liga es el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, pero para los chicos de Asier será un partido más. Lo que ha cambiado es el respeto de los rivales ante un Lega que quiere dar guerra esta temporada, y eso puede jugar en contra del equipo, pero qué gusto da oír por la calle: ¡Ojito! Cómo está el Lega niño…
¡Que pase el siguiente!