Leganés, 17 de abril de 2017
Estimado gol,
Sí, tú, deja de esquivarnos, deja de escapar. Te necesitamos ahora más que nunca y de repente, ¿te conviertes en un enemigo? No dudo de que estarás muy solicitado pero párate a pensar solamente un instante y dime que estos jugadores y esta afición no te merecen. Después de una victoria seguramente seas lo más bonito del fútbol; esa explosión con los compañeros de butacas, esas caras de ilusión y de alegría, esa piña de jugadores con la satisfacción de que su trabajo durante la semana no ha sido en balde.
Desgraciadamente, a pesar de tratarte bien e intentar generarte con los trazados más finos, el éxito o el fracaso depende de ti. Lo sabes, ahora no te hagas el despistado. Eres conocedor de la sensación de libertad que generas cuando llega esa décima de segundo en la que te decides por aparecer o no. Cuando llegas, eres capaz de contagiar tantísima confianza que pasas a convertirte en una necesidad. Eres como un grito de liberación.
Querido gol, a pesar de estar tan distante, no dudes de este equipo, necesita de tu confianza. Sólo es eso. El equipo trabaja cada semana y pone todo los sentidos en lo que hace. Con sus recursos, con su mucho o poco talento, este equipo quiere y eso no deberías pasarlo por alto. Si no supiera que son los primeros en querer, en creer, no gastaría ni un minuto en molestarte. Debes empezar a reflexionar, es el momento de que volvamos a unirnos.
El vaso medio vacío dice que apenas apareces y no hay victorias. El vaso medio lleno que a pesar de no aparecer, los rivales siguen a la misma distancia. Precisamos que vuelvas a nuestro lado, con tu mejor versión, con la versión del gol de la victoria. Como hiciste en Hospitalet con Carlos Álvarez, sí, en 2B estabas con nosotros. O en Miranda de Ebro con Insua, sí, en 2ª también estabas con nosotros. Ahora, amigo, te necesitamos en Primera.
Abrazo de gol