Open top menu

El ‘procés’ pepinero

C

on todo el tema del referéndum en la actualidad es difícil abstraerse del tema político y no mezclarlo con el deporte. Parecía que en el pueblo pepinero empezaba a haber un cierto descontento con el president Garitano tras los últimos partidos donde el Leganés solo había sacado uno de los nueve puntos posibles. La imagen era pobre y la gente empezó a cuestionar al ilustrísimo preparador de Bergara. Él, fiel a las ideas que lo han llevado hasta aquí, tiene marcada esa seña de entrenador independiente que trata de llevar siempre a cabo a través de su hoja de ruta, plasmado con eslóganes tales como que si no puedes ganar, mejor no perder y si puedes estar más cerca de ganar que de perder, hazlo, como pasó ayer en Las Palmas. La finalidad del proceso es sumar como sea.

La isla cada vez está menos maldita y ayer incluso nos trajo fortuna. Garitano llamó a filas a su once y sacó del mismo a Mantovani y Diego Rico, dos jugadores plebiscitos en los esquemas del técnico vasco que hasta sorprendió a más de uno desde la tribuna de su casa. El Ministerio de Defensa pepinero puede sacar pecho de ser uno de los dos menos goleados de la categoría con un engranaje perfecto, que sin tanques ni pistolas funciona desde la salida de balón del rival, fruto de una presión excelsa, hasta el cerrojo de la portería pepinera donde Iván Cuéllar realizó varias intervenciones que le dejaron con la puerta a cero en el cuarto de los seis partidos disputados.

Otro que anda discutido es Javier Eraso. El lehendakari navarro anda exiliado en la banda derecha pero tras la entrada de Nabil El Zhar fue centrando su posición, dando más fuelle a su juego, acabando con un gol en el último minuto del encuentro. Todo había sido encarrilado nada más salir de los vestuarios en la segunda mitad, cuando el ministro del interior Rubén Pérez filtraba un pase milimétrico para Szymanowski y éste encontraba a Beauvue que se estrenaba con la elástica pepinera. La independencia de la zona de descenso está cada vez más latente en la sociedad leganense y de ser llamados a las urnas los aficionados pepineros tienen claro su voto: sí a la permanencia.