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Encomendándose a los Santos

No puede llegar en mejor momento el derbi del sábado en el Coliseum Alfonso Pérez. Después del terrible arranque liguero, el parón de selecciones le ha venido bien al Leganés para espantar los fantasmas del Levante y el VAR y centrar la mente en el eterno rival. Lo demás ya está en el tejado de la RFEF, la cual tendrá que resolver el órdago que le ha tirado el conjunto pepinero pidiendo la repetición del partido.

Volviendo a lo del principio, no hay mejor escenario para remontar el vuelo. El plantel de Pellegrino tiene una oportunidad única para emular lo conseguido la pasada temporada. Se venía de una dolorosa derrota en casa ante el Girona y los goles de Michael Santos y Juanfran, sirvieron, más allá de los puntos, también como un bálsamo emocional que se prolongó hasta el gol de Carrillo ante el Valladolid. Contagiar a una plantilla hundida de la criticidad y la relevancia de este encuentro es el primer paso para salir de lo más profundo y oscuro de la tabla.

Porque hasta San Garitano tuvo su momento de luz con aquella revolución que puso la primera piedra de un ascenso que se empezó a complicar allá por 2014 en el estadio donde se jugará el partido. Toda ayuda es bienvenida. Desde la afición, la cual ha respondido y el fondo del estadio vecino estará repleto para animar a un equipo, hasta el patrón de la ciudad San Nicasio al que más de uno le habrán rezado este pasado 11 de octubre para pedir un milagro, que venga de donde venga sea en forma de tres puntos.