El Leganés recibe en Butarque a la SD Huesca en pos del ascenso como ya hiciera años atrás cuando ambos equipos militaban en 2ªB. Tras un año de interrupción ambos conjuntos se vuelven a ver las caras en una categoría superior.
Por Raúl Capablo | Redactor de SportHuesca.com
La palabra que mejor define en estos momentos al Huesca es ilusión. En su primer año tras ascender por segunda vez desde Segunda ‘B’, el equipo oscense ha firmado una temporada irregular y en ocasiones convulsa, con vaivenes de juego y sensaciones, que han propiciado un coqueteo constante con los puestos de descenso que todavía mantiene a falta de cuatro partidos para la conclusión del curso.
Tras perder contra el Nàstic de Tarragona en la eliminatoria a doble partido que enfrentaba a los campeones de los cuatro grupos del fútbol de bronce, el equipo oscense accedió a la repesca donde consiguió vencer al Racing de Ferrol y al Huracán de Valencia para firmar su segundo ascenso a Segunda División. La buena temporada del club azulgrana, decorada con el broche final del ascenso, motivó a la directiva a mantener el bloque técnico y deportivo que logró la hazaña, prescindiendo eso sí de su Director Deportivo, Luis Helguera, que no tardó en encontrar trabajo en Las Palmas de Gran Canaria ejerciendo de Secretario Técnico de la Unión Deportiva. Luis García Tevenet siguió al frente del banquillo altoaragonés en el fue su debut como entrenador en el fútbol profesional, de la misma forma que siete jugadores del primer equipo para los que era su primera experiencia más allá de Segunda ‘B’: Carlos David, Manolo, Morillas, José Gaspar, Jorge Zaparaín, Franck Bambock y Samu Sáiz.
El Huesca se dio de bruces con la realidad en el primer partido de la temporada, cuando recibió en El Alcoraz al Deportivo Alavés (actual colíder de la categoría). El experimentado cuadro vitoriano le endosó un baño futbolístico en la primera mitad del partido y logró sentenciar el choque haciendo inútil la tardía reacción local que logró maquillar el resultado para finalizar 3-2. La primera alegría por conseguir la victoria tardó en llegar cinco semanas más, cuando el equipo oscense lograba ganar su primer partido de la temporada gracias a un gol de Tyronne (0-1) en Mallorca. La irregularidad en cuanto a resultados y sensaciones, provocó el cese de Luis García Tevenet después de perder contra el Llagostera (2-0) en Palamós, pese a que el equipo altoaragonés se encontraba fuera de los puestos de descenso. La decisión abrió una brecha tanto en la grada como en el propio vestuario, que a fecha de hoy todavía mantiene integrantes que no aprueban dicha decisión.
La directiva azulgrana decide entonces dar un giro de 360º a mitad de temporada. En contraposición a la inexperiencia de Tevenet, el club contrata a Juan Antonio Albacete Anquela, un veterano y contrastado técnico jienense recordado entre otros éxitos por sus buenas campañas en Alcorcón, Numancia o Granada. En la parcela deportiva también hubo movimientos y se dio salida a varios jugadores apreciados por la masa social como Aythami, Manolo o Mainz, que acompañaron por la puerta de salida a Carlos Calvo y Jonathan Moya. Para cubrir esas bajas llegaron los refuerzos de Alexander González, Mikel Arruabarrena, Juan Aguilera y Nagore.
Con la llegada del nuevo técnico se evidenció un cambio en el estilo de juego que guste o no, mantiene al Huesca fuera del pozo y con una ventaja de cinco puntos sobre el Almería. El equipo oscense se ha mantenido toda la temporada siendo el peor equipo local de la categoría, y es que el éxodo de puntos del Alcoraz es en buena parte culpable de la tensa situación actual, que podría haberse evitado.
El Huesca viaja a Leganés con ilusión, ya que a día de hoy estaría matemáticamente salvado y un tropiezo en Butarque no supondría caer a la zona de descenso, aunque una victoria de Almería, Ponferradina y Mallorca devolvería el agua al cuello. El equipo oscense tiene por delante tres complicados encuentros para finalizar la temporada, y es que después de visitar al ‘Lega’, recibirán en casa al Real Zaragoza en un derbi aragonés en el que los de la capital se juegan el ascenso y los oscenses el descenso. Tras estos dos encuentros visitarán El Sadar, con el Osasuna peleando también por regresar a Primera División; y por último finalizarán el curso, para bien o para mal, jugándose la permanencia o ya salvado, contra el Lugo (matemáticamente ya salvado) de nuevo en El Alcoraz.
La victoria y remontada de la semana pasada ante el Almería (2-1) ha llenado de ilusión a un vestuario que al descanso de dicho partido supo reaccionar puesto que, en palabras de Arruabarrena, “se veía en Segunda B”. Tyronne y Alexander remontaron el tanto inicial de Quique para conseguir tres vitales puntos que acercaban el objetivo de la salvación a la par que condenaban al cuadro andaluz, que actualmente cierra la zona de descenso.
El Huesca tiene un as en la manga, y es que fuera de casa es uno de los equipos que mejores números está sacando y además, pone en práctica un fútbol vistoso pero sobre todo efectivo. Una imagen antagónica a la que ha ofrecido durante todo el año en casa que permite soñar con rascar por lo menos un punto en casa del colíder. La combinación de jugadores expertos y contrastados con jugadores jóvenes y emergentes está resultado provechosa para un equipo que necesitaría sacar unos cinco puntos en estos últimos cuatro partidos para asegurarse su estancia en Segunda el año que viene.
Para el partido ante el Leganés Anquela no podrá contar con Mikel Arruabarrena, Samu Sáiz y Juan Aguilera (lesionados). Estos tres jugadores han formado parte de un esquema básico para el jienense que ahora deberá modificar debido a las adversidades. Bajo palos todo indica que se colocará Óscar Whalley, ya que Leo Franco está apercibido de sanción y su romance con las lesiones esta temporada haría peligrar su presencia en el derbi aragonés, y su ausencia supondría el pago de la ‘cláusula del miedo’ impuesta por el Zaragoza en el contrato de cesión de Whalley. Cabe destacar también que Leganés será el último rival al que se enfrente Alexander González esta temporada, ya que el atacante venezolano se concentrará con su selección a partir del lunes para preparar la Copa América Centenario.
Destacando a dos jugadores, me quedo con Fran Mérida y Darwin Machís. Del primero decir que es un jugador reintegrado en la vida deportiva por el club oscense, incorporado a mediados del pasado año. Talentoso buque insignia del Huesca, cerebro y creador de juego, asistente y goleador. Con Mérida inspirado el equipo oscense es mucho más peligroso y por eso los rivales se preocupan en cubrirle durante los partidos tratando de neutralizarle. Un jugador que pronto recalará en Primera División.
Por delante de Mérida juega Darwin Machís, un hasta ahora desconocido extremo venezolano que está cedido por el Granada, y que ya ha anunciado que el año que viene pertenecerá a su primer equipo. El gol del Huesca lleva su firma, ya que es el actual pichichi azulgrana con 9 goles, que en más de una ocasión le han dado puntos al equipo oscense. Rápido, desbordante, algo acaparador del cuero y con un olfato goleador digno de un killer, así es Darwin Machís, un descubrimiento ‘Made in Huesca’ que ha destacado este año en Segunda División y se ha colocado en el escaparate deportivo gracias a su temporada defendiendo El Alcoraz.
Todavía no hay comentarios.
Nadie ha dejado un comentario para este post. Aun.