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ENTREVISTA | Jon Ander Lambea: «Ver al Leganés en San Mamés es para sentirse satisfecho»

Jon Ander Lambea (Bilbao, 15/08/1973) fue un lateral izquierdo de gran potencia y recorrido que surgió de Lezama y defendió tres temporadas la camiseta del CD Leganés en Segunda División. Ahora desde el banquillo de la SD Leioa mira con orgullo como dos de sus ex equipos se verán las caras este próximo domingo en San Mamés.

Pregunta: El domingo se enfrentan Athletic Club y Leganés. Si se lo cuentan en su día ni se lo creería.

Lambea: La realidad es que había bastante distancia en ese momento. De todas formas ahora hay muchos clubes, como el Eibar, que te hacen ver que el trabajo puede conseguir metas deportivas.

P.- El Leganés llega un punto por encima del Athletic. ¿Le sorprende la temporada de ambos conjuntos?

L.- El Athletic no ha tenido una temporada como la que hubiese esperado después de estar los últimos años en competiciones europeas y alguna final. Me resulta extraño verle en esa posición. Por su parte el Leganés está haciendo una campaña más que digna y meritoria para asentarse en el fútbol español, plantándose en semifinales de la Copa del Rey y eliminando al Real Madrid. Creo que hay que darle mérito a lo que ha hecho. Hay que tener claro que va a estar un año más en la máxima categoría y por ello darle una nota muy alta.

P.- Saborit, Balenziaga, Diego Rico o Raúl García, ¿con quién se identifica más?

L.- Yo era aguerrido, fuerte, con proyección ofensiva…  Son perfiles diferentes, creo que me quedo con un poco de cada uno.

P.- Fue compañero de Ziganda el Athletic Club. ¿Coincidió también con Asier Garitano?

L.- Con Kuko debuto el mismo año y coincido con otros como el actual presidente Urrutia, con Andrinua, con Alkorta, Ernesto Valverde… A veces me digo a mi mismo la suerte que he tenido de jugar con esos futbolistas. Ahora le doy mucho valor el haber jugado en el viejo San Mamés. Con Asier solo lo hice en una pretemporada que subí algún partido al Bilbao Athletic pero al final todos hemos vivido en Lezama, convivíamos y nos conocíamos.

P.- Lezama es una fuente inagotable de futbolistas y entrenadores. ¿Ha cambiado mucho de niño a adulto?

L.- Logicamente ha cambiado. El desarrollo de las canteras está en este momento muy especializada. Los margen de mejora son cada vez más pequeños porque se ha desarrollado un trabajo brutal con los chavales. La forma de trabajo, de comunicación, de progresión y de perfiles de captación ha variado mucho.

P.- Eraso, Serantes, Ruiz de Galarreta, Guillermo, Erik Morán, Bustinza, Iago Herrerín, Albizua, Alain Eizmendi, Santamaría… Han tenido calado los jugadores formados en el Athletic en Leganés. ¿A qué se debe?

L.- El jugador vasco siempre ha estado cotizado y valorado. Tenemos una forma de trabajar específica que auna el compromiso y el esfuerzo e incluso calidad.

Arriba de izquierda a derecha: Lekue, Bolo, Corino, Agustín, José Félix Guerrero y Bidaurrázaga. Abajo: Edu Alonso, Oskar Alkorta, Felipe, Lambea y Gaizka Garitano. Foto: La Cantera de Lezama

P.- Campeón juvenil con Bolo, Guerrero, Karanka… ¿No todas las camadas salen igual de buenas?

L.- Se tienen que dar una serie de circunstancias y jugadores. Al final muchos conseguimos debutar en Primera División. Conseguimos un hecho histórico en Juvenil División de Honor con el doblete y costó muchísimo porque hasta hace poco el Athletic no lo ha vuelto a conseguir. Me quedo con que todas las Navidades durante los últimos 20 años nos juntamos el grupo y que después de tanto tiempo seguimos recordando las mismas batallitas.

P.- Bilbao Athletic, Almería y Ourense, tres descensos para volver a la Categoría de Plata. ¿Fue duro salir de Bilbao y darse de bruces contra aquello?

L- Es duro pero a la vez te hace aprender y ver que el fútbol no es fácil. Vemos a muchos jugadores por la tele que terminan triunfando pero luego están los que se quedan por el camino o los que luchan en las categorías más bajas como 2ªB que quieren engancharse al fútbol profesional. Por mi parte siempre di el máximo y el jugar en casi todos los equipos me sirvió para reengarcharme al fútbol profesional donde acumulé casi 300 partidos. Le doy valor a la carrera que he hecho y que salir del Athletic no es el final ya que encuentras grandes personas y grandes clubs que te abren un abanico para conocerlos.

P.- Aterriza en Leganés, con Enrique Martín en el banquillo. A eso hay que sumarle su parón hasta enero. Aquello tuvo que ser una prueba de fuego en su carrera.

L- El Leganés en aquel entonces era un club que quería seguir progresando. Enrique me trae para ser protagonista pero tengo una lesión inoportuna que hizo que las mis propias expectativas se mantuvieran pendientes por no poder jugar. Superado eso, tengo una sensación de competir y tener años muy buenos. En tres temporadas jugué 97 partidos y eso entra dentro de un muy buen nivel competitivo.

Enrique Martín era muy exigente y me gustaba porque teníamos la misma idea de fútbol. Me venía bien el juego directo, de equipo, por encima de individualidades. Nos hablaba de su experiencia y de lo que era la vida y eso nos ayudó mucho. Aunque te apretaba, tenía cercanía con el jugador.

P.- Vigo. ¿Pudo haber hecho historia en aquel momento el Leganés con aquel partido?

L- Nos quedamos a un paso a un gol. Era difícil al haber perdido en casa y tener que remontar la eliminatoria pero a última hora nos metimos y se nos quedó el tiempo corto. Antes las diferencias entre Primera y Segunda eran mayores pero ahora te das cuenta de que cualquier equipo puede ganar a otro aunque sean de diferentes categorías.

P.- Al año siguiente: Lambea + 10. Solo se perdió dos partidos por acumulación de amonestaciones. En lo personal no pudo ser mejor año.

L- Son momentos en los que te encuentras satisfecho con el trabajo que estás haciendo. Continuamente participas en los partidos y no puedes pedir más, sé que el club valoró mi trabajo.

P.- Aquel partido en el Calderón fue imborrable para muchos compañeros. 0-2 ante un equipo que terminó ascendiendo de categoría.

L- Fuimos al campo a disfrutar y a jugar. El ver que que podías meterles un gol, el crearles miedo y no que podían contigo te hacía creer y rematar el partido. Nos fuimos de allí con la cabeza muy alta. A ellos les afectó mucho porque era ‘David contra Goliat’. Son esos partidos que tienes guardados para cuando hay cenas y la gente se sorprende de que el Leganés se enfrentase al Atlético de Madrid y le ganase en su casa.

P.- Hablaba Calandria que se le ‘ponían los pelos de punta al ver sus goles ante el Getafe‘ en aquel 0-3, ¿qué sensación le queda a Lambea?

L- En los derbis nos veíamos como enemigos. Al equipo le vino muy bien porque ellos se empezaban a ver mejores que nosotros. Tuve la suerte de marcar el primero. Subía mucho a los corners y ahí aproveché. Ese y el gol 400 con el Leganés los tengo guardados. Mi expulsión fue justa porque traté de cortar una jugada de una forma un poco dura y el árbitro, Delgado Ferreiro, que es vasco, con el que coincidí posteriormente me decía «¡vaya entrada qué le hiciste!». Lo importante eran los puntos y las sensaciones con las que salimos.

P.- Terrassa y el principio del fin. Otro descenso más pero. ¿Hay opción de continuar en el club o la llegada de los argentinos lo mandó todo al traste?

L- El descenso hace que la planificación cambie radicalmente. Yo firmé tres años y la renovación estaba ligada a mantener la categoría. Una vez que se consuma y escuchas que puede venir otra persona con otra idea de fútbol cambia todo. Al final yo me veo en tierra de nadie y piensas que te has ganado la renovación con el rendimiento y el número de partidos pero los que mandan son los que están arribas y los que vienen nuevos y tengo que tomar la decisión.

Foto: El Correo

P.- Tres temporadas más y decides colgar las botas. ¿Qué le hizo tomar la decisión?

L- Llevaba desde los 19 años jugando a nivel profesional. Había tenido tres operaciones de rodilla y el cuerpo empieza a notar que no está al mismo nivel. También la familia pedía que nos establecieramos de nuevo en Bilbao y con 31 años dejo el fútbol con la idea de haber cumplido las espectativas como jugador y de haber dejado todo por el escudo que he vestido en cada sitio. No fue una despedida por obligación, me fui tranquilo.

P.- Emerge la figura del entrenador cocinándose a fuego lento en Euskadi e incluso rechazando proyectos en China. ¿Esperaba una oportunidad cómo la que le está brindando el Leioa?

L- Termino de sacarme los títulos y empiezo con los benjamines del Lagun Artea, con el Askartza Juvenil, con el Retuerto juvenil y entro el proyecto asociado con el Athletic en el que estoy seis años. El mundo del fútbol está muy saturado, tanto de entrenadores como de jugadores y todos tienen buenos perfiles. Yo estaba con temas de formación y siempre tenía el gusanillo de saltar a profesional. En China iba a realizar una labor parecida en una escuela y no tanto orientada al rendimiento profesional por lo que se lo comento a un compañero que es el que está allí.

Me quedo e intento ver las posibilidades en el entorno cercano y sale esta oportunidad porque entra dentro de la idea del club. Yo soy de Leioa, vivo aquí, he jugado aquí… El entrenador no sigue pero el cuerpo técnico está montado y esa idea de perfil trabajador y con experiencia de ex futbolista hace que valoren mi nombre. Es un paso querido por mi y desde el primer momento he tenido un gran recibimiento. A día de hoy estamos contentos.

P.- ¿Es difícil ser profeta en su tierra?

L- Inicialmente siempre cuesta, sobre todo porque es un club humilde y estás limitado en el tema de fichajes por la capacidad económica con respecto a los demás. Pero eso te da para trabajar con gente más joven o con más hambre. Al principio tienes que pagar un peaje ya que teníamos 14 jugadores nuevos. En cuanto hemos podido engranar la máquina, hemos demostrado que somos uno de los equipos que más en forma estamos.

P.- Para ser un novato, las cosas le están yendo muy bien a un equipo que el año pasado hizo historia.

L- Veníamos de una dinámica muy buena pero solo se quedaron cinco jugadores. Yo entiendo que la palabra novato es lógica y objetiva y hasta yo lo decía porque es la realidad. Pero también tiene sus cosas positivas, el haber estado seis años en formación en el Athletic y ha sido más fácil integrarme con el cuerpo técnico y esa unión nos ha beneficiado. Estoy encantado con ellos.

P.- Su máximo goleador Óscar García también jugó en el Leganés. ¿Sacan mucho pecho con eso de que ambos vistieron de blanquiazules cada vez que los pepineros hacen alguna gesta?

L- (Risas) Hemos hablado de ello aunque jugamos en épocas diferentes. Le tengo mucho aprecio a los equipos en los que he jugado y miramos sus resultados. Hay que ser agradecido donde te han dado la oportunidad de trabajar y tengo mucho cariño al Leganés por los tres años que estuve.

P.- No sé si se acercará a San Mamés el domingo. ¿Tendrá eso que dicen del corazón dividido?

L- Yo soy del Athletic. Pero el hecho de que compita contra el Leganés te agrada porque es un equipo en el que he participado y que compite en una categoría importante. Verlo en San Mamés es para sentirse satisfecho.