Mario Fuentes Bargueño (Madrid, 10 de julio de 1986) ha decidido colgar las botas tras una década en la División de Bronce del fútbol español con más de 300 partidos a sus espaldas. Durante cinco campañas defendió los colores del Leganés portando su brazalete de capitán.
Pregunta: A punto de cumplir los 32 años, ¿por qué tomas esta decisión?
Mario Fuentes: Fue una decisión consensuada y meditada pero durante la última parte de la temporada ya se me pasaba por la cabeza. Veía que no estaba todo lo cómodo que a mi me gustaba o que había estado otras temporadas y se me plantea. A raiz de acabar la temporada el Alcoyano me presenta una situación nueva con un camino por descubrir y lo cogí. Esa fue la razón.
P. – ¿Te seguías viendo aunque fuese en una categoría inferior?
M.F.: No, hasta ese punto no. Tenía propuestas, incluso mejores a las de estos años, del grupo III que económicamente podía haber sido el mejor contrato de mi carrera, pero sentía que debía quedarme aquí. Estamos muy a gusto y la estabilidad que me daba el Alcoyano en otras facetas, que no era como futbolista, ha hecho que me decante por ello.
P.- Te vas con 297 partidos, ¿te imaginabas un número tan alto el día que debustaste con el Leganés?
M.F.: Cuando debuté tan jovencito era una ilusión, como lo era subir de categoría y esa es la espinita que se me ha quedado. Estoy muy orgulloso de los tres equipos en los que he militado. Tres históricos. Los mejores en lo que he podido jugar. No me lo esperaba al empezar pero al echar la vista atrás lo único que puedes tener es palabras de agradecimiento y orgullo hacia esos clubes.
P.- 26 de agosto de 2007. David Gordo te dice que vas a jugar de titular en el primer partido de liga frente al Vecindario con 21 años. ¿Cómo te lo tomas?
M.F.: No me lo esperaba. A mi me firma Luis Ángel Duque como proyecto de sub 23 para ir formándome y aprendiendo de los centrales que había en aquel entonces. Es verdad que hice una pretemporada espectacular y me esforcé muchísimo, me salió todo bien. David Gordo es un entrenador que confía mucho en los jóvenes y me dio esa oportunidad de hacerme con un puesto en el once, lo aproveché y lo disfruté al máximo.
P.- Duque dejó la frase «acordaros bien de Mario y Postigo porqué van a ser los centrales del Lega durante mucho tiempo». Que alguien diga eso de ti es un espaldarazo importante, ¿no?
M.F.: Hace mucho de eso, ¡ni me acordaba! (rie). Luis Ángel me escribió hace poco para felicitarme por mi trayectoria deportiva y ha sido una persona que confió muchísimo tanto en mi como en otros jóvenes, como Postigo, al cual solo hace falta ver donde está para darse cuenta de que fue un acierto. Solo puedo darle las gracias porque en el mundo del fútbol es difícil apoyar a los jóvenes en un primer momento.
P.- Imagino que un orgullo el haber compartido eje de la zaga con Sergio Postigo.
M.F.: No sólo eso, me quedo también con la amistad. Nos seguimos viendo después de tanto tiempo siempre que podemos. Me alegro muchísimo de su trayectoria y que a día de hoy lo sigue demostrando para llegar a donde él ha llegado. Sigue siendo joven y espero que se consolide en Primera División.
P.- Cinco fases de ascenso en tu haber y ningún éxito. ¿Te vas del fútbol con esa espinita?
M.F.: Dos con Leganés, dos con Lleida y uno con Alcoyano. Sí, es el único pero que me llevo. En Leganés se sabe de la dificultad ya que lo habéis vivido tanto conmigo como sin mi el subir de Segunda «B» a Segunda, lo vemos cada año. Siempre me quedé a mitad de camino, de tocar la categoría, pero luego nunca se sabe si podría haber jugado, eso lo podría haber dicho el futuro. Me voy con pena de no haber jugado en una categoría superior.
P.- ¿Qué playoff te dio más rabia perder con el Leganés?, ¿Jaén o Badalona?
M.F.: En el primero con el Jaén creo que fueron bastante superiores en ambos partidos y aunque nos fuimos con un empate a dos para disputar la vuelta nos dio la sensación de que habían tenido muchas ocasiones. Badalona me dolió más por la manera. Fuimos superiores y teníamos un equipazo. Creo que ese fue un año idóneo para haber subido, lo sigo pensando.
P.- Después de cinco años cierras tu etapa en el sur de Madrid y tienes que demostrarte a ti mismo que puedes seguir compitiendo en la categoría.
M.F.: Me pasó lo que ha podido pasarme ahora en el Alcoyano. Vinieron equipos de 2ªB ofreciéndome buenos proyectos y mi idea era irme al extranjero. Hice una prueba en Austria, no salió bien por el tema económico que a mi me hubiera gustado y tuve la oportunidad de recalar en el Lleida que ya había apostado por mi previamente. Hice dos temporadas que guardo con mucho cariño.
P.- Penúltima jornada en Toledo y un tanto tuyo le da un balón de oxígeno al Leganés para mantenerse en Segunda «B». Al año siguiente tu gol en Butarque con el Lleida hace que pases de héroe a villano. En lo personal, ¿cómo lo viviste?
M.F.: Fue un partido súper raro para mi porque estaba en frente de muchos rivales que habían sido mis compañeros el año anterior, verte en un campo donde habías jugado tantos años, con la que había sido tu afición… En el último minuto del partido tuve que ser profesional, me rendía a los colores que defendía y la suerte no estuvo de lado del Leganés en ese momento. Fue una situación rara hasta para mi familia que lo estaba viviendo allí, no fue un gol que yo disfrutase, pedí disculpas a la afición por todo el cariño que me habían demostrado en años anteriores. Son cosas que pasan en el fútbol y ahora el Leganés está en el sitio donde se merece y yo me alegro muchísimo.
P.- ¿Cómo has vivido todos esos ascensos del Leganés desde la lejanía?
M.F.: Muy bien, siempre como un aficionado más. Me hubiera gustado el cariño que todas las personas que han salido de Leganés han tenido posteriormente pero por circunstancias sé que pudo hacer daño a mucha gente ese gol. El que sepa y entienda de fútbol sabe que yo defendía otros colores en aquel momento y quien me conoce sabe que siempre estuve muy vinculado al Leganés y pueden dar cuenta de ello los propios ex compañeros que tuve y a los que escribí para animarles y desearles suerte. Me alegré muchísimo por el ascenso en Hospitalet, lo celebré como uno más y, sobre todo, el de Miranda de Ebro. Soy una pequeña parte más de la historia del Leganés y por supuesto que lo llevo muy dentro.
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