Volvió a rotar. Mismo dibujo. Distintos hombres. Tres partidos en una semana es lo que tiene. Y Garitano ya avisó, toca experimentar. Dos de los mejores jugadores del partido de Riazor quedaron fuera de la convocatoria, tanto Gabriel como Rubén Pérez no se vistieron de corto. Y con este equipo se presentó en Butarque.
Dos que sí repitieron en el once fueron Omar Ramos y Szymanowski. Los hombres encargados de ensanchar el campo. De hacerlo grande y de meterle velocidad en ataque. Muy abiertos, apurando la línea.
De esa conexión llegaría el primer gol (1-0, Szymanowski, min.20). Tras un robo en medio campo, Timor levantó la cabeza para ponerla a los pies de Omar.
Él también levantó la cabeza y encontró la de su compañero. Szymanowski se encargó de hacer la diagonal para buscar ese pase. Medido.
El Valencia logró empatar y ponerse por delante. Ya con el resultado en contra tocaba mover fichas. La primera sería Unai López, enganche de la punta, para dar entrada a un segunda punta, Luciano. Dos puntas, así uno podría caer a banda y el otro estar en área. Luego Guerrero dejaría su lugar a Koné. Luciano y Koné se turnaban en la punta. Alternaban posición.
Apenas pudieron crear peligro. Y ya a la desesperada, con apenas seis minutos de juego, entraría Machís para sustituir a Adrián Marín. Dejando defensa de tres y ataque de tres.
No hubo tiempo. Tampoco ocasiones. El Leganés se encuentra en periodo de pruebas. El once no es fijo. Toca opositar para hacerse un hueco en el esquema de Asier Garitano.