Alberto Brignoli (Trescore Balneario, 18 de agosto de 1991) será la competencia de Jon Ander Serantes tras la marcha de Queco Piña. El ex guardameta de la Juventus, que ha jugado esta pasada campaña cedido en la Sampdoria, llega cedido por un año con opción a compra.
Antes de ponerse unos guantes, Alberto Brignoli soñaba con ser como «el Pirata» Marco Pantani a lomos de su bicicleta. Comenzó en el equipo de su pueblo, el San Paolo d’Argon, donde probó como extremo izquierdo, pero la figura de su padre, Pierangelo, y aquella tarde en Madonna di Campiglio, le hizo decantarse finalmente por la portería. Posteriormente pasó a jugar en el Sarnico mientras probaba con las categorías inferiores del club más importante de Bérgamo: el Atalanta.
Tras no contentar a los dirigentes del club bergamasco pasó al Montichiari, con el que consiguió en 2010, en un partido ante el Savona donde paró un penalti, el ascenso a Lega Pro Seconda Divisione (3ª División en España), cuando solo contaba con 19 primaveras. Esa temporada disputaría 35 partidos en los que encajaría 26 goles. Ya por aquel entonces fue convocado con la selección italiana sub 18 para jugadores de Serie D y sonó para el Siena, equipo de la máxima categoría italiana.
Un año después en su primera campaña en el cuarto nivel del fútbol italiano, la categoría seguiría consagrando a este joven portero que encajó 17 goles en 27 partidos. Tras mantener al Montichiari al acabar en octava posición, se iría cedido con opción a compra al Lumennazze (Lega Pro Prima Divisione, Segunda División «B») donde volvería a vestirse la Azurra con el combinado sub 20, portando el brazalete de capitán frente a Bélgica. A pesar de comenzar a la sombra de Rossi, su buen año donde participó en 31 partidos y recibió 26 goles en contra, sirvió para que club norteño luchara por los puestos altos de la tabla y llamaron la atención de clubes de la Serie B como la Ternara, que lo firmó hasta 2015.
Tres años en la ciudad de Terni, donde fue elegido dos veces mejor portero del torneo, le sirvieron para fichar por la Juventus de Turín en enero de 2015 por 250.000 € quedando cedido en su equipo hasta final de temporada. En los tres años que jugó con el conjunto rossoverde disputó 28, 36 y 38 encuentros recibiendo 24, 46 y 34 goles en contra, contribuyendo a que la escuadra de la Umbria mantuviese la categoría, tras costarle en sus inicios hacerse con la titularidad. Sus grandes actuaciones solo se vieron empañadas por la sanción que se le impuso de siete partido en la segunda campaña en Serie B por amenazar a un árbitro.
El pasado año cumpliría su sueño al debutar en Serie A. Cedido en la Sampdoria donde se mantuvo a la sombra de Viviano, no pudo debutar hasta la última jornada en el partido contra la Vecchia Signora, en el Juventus Stadium. No guardará buen recuerdo de su debut ya que recibió cinco goles en un partido intrascendente para ambos.
Este joven portero se encuentra entre la gran hornada de la década de los 90 junto con Bardi, Leali, Perin o Donnarumma. Su compromiso y trabajo, conceptos muy bergamascos, son dos de los factores más destacados de este portero italiano quien también posee buenos reflejos, físico y que destaca por sus salidas. Este portero de 1’87 metros de altura se declara seguidor de Toldo, del ex recreativista Sorrentino y sobre todo de Buffon. Seguidor de la «normalidad», no le costará adaptarse a los métodos de su nuevo entrenador, Asier Garitano, y de Carlos Sánchez, donde peleará desde el día a día con Jon Ander Serantes por un puesto de titular.