El pasado sábado fue el partido que más tarjetas sufrió el CD Leganés, pero si nos basamos en las estadísticas comete menos infracciones que sus rivales y es más castigado.

El encuentro contra el Sporting era el tercero que dirigía Sánchez López esta temporada al CD Leganés. Un colegiado hasta la fecha talismán con cinco victorias y dos empates, pero que el otro día fue protagonista por la ristra de tarjetas que sacó al equipo local: siete, seis de color amarillo y una roja, récord de la campaña. Desgranadas en: dos por protestar (Miramón y Nyom), otra por perder tiempo (Riesgo) y las cuatro restantes por sendas faltas (Gaku, Raba, Karrikaburu y Rubén Pardo, ésta por un agarrón), en un partido que, dentro de su tensión, apenas fue brusco, salvo en varios lances.
Porque las estadísticas dicen que el Leganés recibe más de lo que da. El conjunto pepinero comete una media de 12’96 faltas por partido y recibe unas 3’15 tarjetas. Trasladado al lenguaje común, un jugador blanquiazul es amonestado por cada 4’64 acciones que realiza. En el otro lado de la balanza, los rivales cometen unas 14’23 faltas por partido recibiendo un número menor de tarjetas: 3. Se necesitan 5’14 faltas sobre uno de los pupilos de Idiakez para que sea castigada con un cartón. Evidentemente estos datos no son del todo puros ya que, como en el partido del sábado, tenemos ciertas sanciones no vinculadas al contacto.

El Leganés solo había cometido más faltas que el pasado sábado en los encuentros contra el Albacete (23), Racing (20) y Ponferradina (18) y en los tres partidos los registros de tarjetas fueron muy inferiores a la media. Si hay que designar un colegiado al que el Leganés le tiene tomada la medida ese es Trujillo Suárez. El canario ostenta el privilegio de ser el que menos penaliza a los rivales de la entidad blanquiazul. El Burgos realizó 21 faltas y solo vio una amarilla mientras que el Sporting, en el encuentro de ida, bajó hasta las 18 llevándose dos tarjetas.

Si seguimos analizando los números podemos ver a dos futbolistas pepineros que más son objeto de falta entre los cinco primeros de la competición: José Arnaiz (2º) y Dani Raba (5º). Al de Talavera de la Reina le han cobrado 56 faltas y los rivales ven una tarjeta por cada nueve que recibe. Si lo comparamos con otros jugadores de nuestro país, Vinicius Jr., por ejemplo, baja ese ratio a 7,2 faltas por tarjeta.
En el otro lado de la balanza tenemos que irnos a la posición 19 del total de faltas cometidas para encontrar a Iker Undabarrena con 35 en toda la competición, realizando una media de 1’66 faltas por partido. Nyom, señalado esta semana por Eder Sarabia tras su entrevista a Relevo, es el segundo jugador de la liga que más amarillas (10) recibe por faltas cometidas (23), dejando constancia de que al franco-camerunés le tienen más que cogida la matrícula tras su amplia experiencia en nuestro país.
Los números evidencian es que no se está siendo del todo justo con el Leganés, pero las acciones demuestran que rojas como la de Gaku del pasado fin de semana no son la tónica habitual de los chicos de Imanol Idiakez mientras que la protección a jugadores como José Arnaiz es cuanto menos mejorable.