El nuevo fichaje se ha hecho un hueco en un competitivo centro del campo gracias a su buena labor tanto en la contención como en la creación de juego.
Iker Undabarrena llegó al Leganés como tapado en este mercado de fichajes. Tenía el cartel de típico jugador que llegó al fútbol profesional pisando fuerte pero que no fue respetado por las lesiones. Vino procedente del Tondela de la liga portuguesa a un puesto del campo en el que ya había nombres propios importantes como Cissé, Rubén Pardo, Gaku o Fede Vico. Sin embargo, desde que entró en dinámica con el equipo, Undabarrena no se ha perdido ni una sola titularidad.
Idiakez resaltó también su importancia en el equipo en rueda de prensa: «Es un jugador muy bueno posicionalmente y entiende muy bien el juego. Es capaz también de dirigir y de corregir a los compañeros. Estamos muy contentos con su rendimiento y creemos que puede ir a más». Casualidad o no, el primer partido que Íker juega, el Leganés gana en casa al Eibar. En aquel encuentro de debut, el centrocampista tuvo un acierto del 82’5% en el pase y ganó todos los duelos aéreos que disputó. Además, no le pudieron regatear ni una sola vez en los 76 minutos que estuvo sobre el verde.
Desde ese debut, Undabarrena ha ido manteniendo y mejorando sus números. Su mejor actuación fue seguramente ante el Huesca. A pesar de encajar una derrota que no hizo demasiada justicia para lo que se vio en el campo, el vasco tuvo un acierto en el pase del 89%, acertando un total de 64 entregas. Además, no fue regateado ni una sola vez en todo el partido, ganó el 77% de los duelos aéreos, el 86% de los duelos en el suelo e interceptó 2 balones. Estos no son logros aislados. En los siete partidos que ha jugado esta temporada ha acertado el 89% de los pases, ha ganado tres de cada cuatro duelos aéreos y se ha llevado más de la mitad de duelos en el suelo. Solo han podido regatearle tres veces, todas en el partido ante la UD Las Palmas, e intercepta 1,29 pases por partido.
Además, esta regularidad la consigue a pesar de todos los cambios de sistema de Idiakez en este inicio de temporada. El entrenador sigue probando diferentes dibujos pero Undabarrena encaja en todos ellos. Empezó jugando en un 3-4-3 y luego pasó a formar doble pivote con Rubén Pardo por delante de una línea de cuatro defensas. En los dos últimos partidos, es el eje del triunvirato del centro del campo en la 5-3-2 que le ha dado dos victorias consecutivas al Leganés. Undabarrena tiene contrato con el club hasta 2023 y se está ganando a pulso la renovación.
