El Leganés recibe este próximo sábado al C.D. Lugo, uno de los dos equipos que no ha perdido todavía en esta presente temporada. Los lucenses han cambiado a Quique Setién por Luis Milla pero la propuesta sigue siendo la misma: ser protagonistas con el balón.
Por Millán Gómez para Somoslega.com | Ex jefe de prensa del C.D. Lugo
Ya no es solo el equipo de mi ciudad. Es un grupo de amigos que juega al fútbol. De mis amigos. De los de palabra y de hecho, de los que están siempre, de los que te demuestran cariño, te quieren y te respetan. De los que te hacen llorar de emoción. Y yo corro con ellos en cada cobertura, en cada pérdida, en cada basculación, en cada pelota. Porque, como canta Loquillo, “en el fragor de la batalla, en lo más crudo del frío invierno, yo seré tu hermano de sangre”. De algunos de vosotros.
Donde estén mi hermano David de Coz, Manu, José Juan, David Ferreiro o el mago David López, yo firmo debajo. Y en la derrota, más. Y cuando más lo necesiten, todavía más.
Quizás muchos no lo valoren, pero están viendo a algunos de los mejores jugadores de la historia del club. Representan una ciudad olvidada y subestimada, apartada de lo mediático y que futbolísticamente era una desconocida. Ahora, hemos ganado en La Romareda, El Sadar o el Heliodoro Rodríguez López. En nuestro campo, hemos vencido a Zaragoza, Valladolid, Osasuna o Mallorca. Hace dos septiembres jugamos en La Romareda. Una apertura del káiser Víctor Marco hacia mi hermano David de Coz. Éste golpeó un centro de rosca preciosista que Enzo Rennella cabeceó a gol, un futbolista que podría aparecer en “El Club de la Comedia” por su sentido de humor o dar una clase de cosmopolitismo. 0-1. El partido terminó. Bajé de las cabinas por las gradas con lágrimas en los ojos y llevándome las manos a la cabeza. Tuve la reacción de fotografiar el marcador. Habíamos ganado en La Romareda. Subí al bus y no había ninguna fiesta. El equilibrio que les ha dado el fútbol, que tanto enseña a uno.
«El Lega es mi segundo equipo de la Liga Adelante, en medalla de plata compartida con la Ponferradina de Lolo Pavón y Diego Seoane.».
Y el sábado juegan contra tres ex compañeros míos. El Club Deportivo Leganés, por definición, debería ser Jon Ander, Víctor Díaz, Toni y ocho más. El primero demostró su calidad humana en apenas mes y medio en Lugo, procesó una pérdida familiar y se afianzó en la portería de Butarque. Ahora, lleva la voz cantante en el vestuario. Es un tipo inteligente y sabe que a San Mamés se viaja haciendo escala en Leganés. Estoy convencido que un día volverá, cual Jon Eraso, para subirse, esta vez sí, a la gabarra. Por David López, Isma López y por tantas generaciones que no han disfrutado de esa exaltación en la calle y en la ría, en un club singular, en una camiseta romántica. “Prefiero llorar contigo que ganar con otros”, que escribió Iker Muniain después de perder la tercera final de Copa consecutiva. Víctor es mi hermano, el papá de Marta, uno de esos tipos que te abre las puertas cuando llegas a este mundo, que te valora y te ayuda, al que acompañé en su día más bonito y que, aunque muchos no lo sepan cuando cabalgue por banda derecha, fue campeón de Europa sub-19 en 2007. Lateral derecho, central, interior derecho o donde le pongan. Paco Herrera tenía razón. Paco, padre futbolístico de ‘Talentoni‘, que volverá con la verticalidad que tenía en el Celta del ascenso, en aquel aluvión de camisetas celestes con chicos de la casa. Un chico llano y humilde que entiende las vicisitudes del fútbol. No duden que trabajará y trabajará hasta ser de la partida. Limando sus defectos, explotando sus virtudes.
Y yo este sábado quiero que el Club Deportivo Lugo gane por cuantos más goles mejor. Pero que Víctor Díaz no falle, que Jon Ander no cometa ningún error y que Toni no pierda una pelota que provoque un gol. El Lega es mi segundo equipo de la Liga Adelante, en medalla de plata compartida con la Ponferradina de Lolo Pavón y Diego Seoane. No hay bronce.
El Club Deportivo Lugo es el principal equipo de fútbol de mi ciudad. Es mi club y mi camiseta. En tiempos de identidades, yo si algo me considero es lucense. El Club Deportivo Lugo es mi hermano David de Coz y, aunque solo fuera por esta razón vinculante, sería ya mi equipo eternamente. El Club Deportivo Lugo son mis amigos.

Carlos Pita y Millán Gómez. Foto: www.futboldelugo.com
Tocadla como sabéis. Movedla de lado a lado. Sacadla desde atrás. Que Manu demuestre por enésima tarde con la rojiblanca que no hay otro como él, que sus carreras, su profesionalidad, su inteligencia y sus subidas marcan el corazón del equipo. Es el futbolista más importante, simbólico y trascendental de la historia del club. Cuán evidente es y qué poco se dice. Nunca ha faltado. Nunca. Siempre va a estar ahí si se le necesita. Fallará, aunque menos que cualquiera, pero a la guerra me voy siempre con él. Buscad los huecos que solo localizan la brújula Carlos Pita o el mago David López. Que Ferre (David Ferreiro) siga dejando tirados a sus pares y provoque saltos ajenos en sus fintas. Que José Juan salve balones milagrosos, corte jugadas por ser un joven veterano que despeja peligros potenciales y coloque esos golpeos en corto y en largo cual mediapunta. Que Pablo (Caballero) remate a gol con ese cuerpo de “spaguetto”, que realice alguna de esas cabalgadas sorprendentes para abrir a banda o deje el balón de cara para que venga un llegador, pongamos David López a poder ser. El mago, el que tiene un guante en las botas, el que bota las faltas directas e indirectas con la cabeza y el pie. El futbolista que más y mejor hace correr la pelota y, con ella, a los rivales hasta desgastarlos. El que encuentra la luz donde otros solo ven oscuridad. Que Israel saque la pelota jugada desde atrás con la cabeza erguida, la mente fría y finalice algún saque de esquina volviendo al gol de su debut. Que Jon García regrese después de su lucha contra el reloj y vuelva a sentirse futbolista. Con las bajas en el lateral derecho, ya demostró su eficiencia en la demarcación una mañana de febrero contra la Unión Deportiva Las Palmas la jornada que resurgimos. Un chico que da la cara cuando vienen mal dadas. Y, con la batuta, Carlos Pita. Ahora, aquí; ahora, allí. Pues ahora toco en corto, ahora en largo. El cinco. Y, a su lado, un futbolista de Primera División como es Fernando Seoane, que hizo de la recuperación de balones su profesión. El mejor doble pivote de la categoría. Si esta ciudad fuese justa, Manu, Carlos Pita y un ex como Víctor Marco tendrían que tener una calle. Por poner futbolísticamente a esta ciudad en el mapa, por recuperar el orgullo de llevar la camiseta del equipo de tu ciudad, por sacarla desde atrás y tener personalidad independientemente del rival y el escenario.
Tocad la guitarra. Jugad y disfrutad. Y yo con vosotros. No lo olvidéis. Sé que no. Sois mi gente. Son mi escudo dentro y fuera del verde. Y no es una metáfora.
Mi equipo, mi gente.
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