Por Xavi Fornés para somoslega.com | Periodista de VAVEL.com
El Mallorca ya sabe lo que es la Segunda División. La actitud aquí es casi más importante que la calidad y parece que los pupilos de Albert Ferrer por fin se han dado cuenta de ello. Los mallorquines asoman la cabeza después de dos desastrosas temporadas en la categoría de plata del fútbol español, y actualmente atraviesan el mejor momento de la temporada.
Sin embargo el curso no empezó bien. El equipo no encontraba el camino de la victoria y su técnico, Albert Ferrer, llegó a estar en el alambre en más de una ocasión. Cuando peor estaban las cosas, cuando el equipo parecía revivir los fantasmas del pasado, el “Chapi” marcó un antes y un después con su planteamiento en Oviedo. El preparador catalán parece haber dado con la tecla y el equipo ha encontrado por fin el equilibrio que tanto buscaba.
El Mallorca era, hasta hace poco, la viva imagen de la irregularidad. Además de que llevaba varias temporadas desangrándose en defensa. Pero algo está cambiando, y el Mallorca, que no le ganaba a nadie, lleva cuatro partidos seguidos sumando y, después de mucho tiempo, puede presumir de solidez defensiva. El equipo dio un nuevo paso al frente el pasado domingo ganando al Almería. Una victoria merecida, y más después de la mejoría que se venía ofreciendo jornadas atrás. El Mallorca encadena ya cuatro jornadas sin perder y suma ocho de los doce últimos puntos disputados. El grupo que gestiona Ferrer ha salido del descenso y eso es también un impulso anímico para sus jugadores.
Los bermellones sacan pecho después de cuatro jornadas de buen fútbol, pero la realidad es que tiene que mejorar algunos aspectos para poder aspirar al ascenso. Son un equipo sólido, es evidente, pero todavía les cuesta generar ocasiones de gol. El Mallorca, con siete tantos en diez partidos, es el segundo equipo que menos goles marca de la categoría. Lo que si que tiene el equipo es carácter. El Mallorca es ahora un grupo luchador, un equipo que sabe sufrir y que no descansa hasta que consigue la victoria cuando, temporadas atrás, era frecuente verle deambular por los campos de segunda.
El Mallorca presenta una clara recuperación y la sensación que transmite no tiene nada que ver con los números que vemos en la clasificación. La losa de las primeras jornadas todavía pesa. La situación es diferente.