Genio y figura, historia viva del C.D.Leganés, una leyenda desde la presidencia del conjunto blanquiazul. Jesús Polo nos cuenta, en esta extensa entrevista, un poco de lo mucho que ha vivido al frente de la entidad pepinera haciendo un recorrido histórico desde sus primeros días en la ciudad del sur de Madrid hasta el día de hoy.
– La primera, obligada, ¿qué significaba antes para usted la palabra Leganés y qué significa ahora?
Mi vinculación a la ciudad empezó hace muchos años. Vine a hacer la Mili en el año 60 y Leganés tenía 6.000 habitantes. El pasadizo de la Plaza de España era una huerta, como también lo era mi actual oficina. En aquellos años el Leganés estaba en Preferente, el Legamar en Regional y luego estaba el Patronato. Al principio éstos tres equipos ni se hablaban entre ellos. Había mucha rivalidad entre los dos primeros, ya que eran dos equipos de toda la vida del pueblo. Después estaba el equipo del Patronato, que era el equipo formado por el Ayuntamiento.
Yo llegué al fútbol por mi hermano Juanjo. Le hicieron tesorero en el Legamar y luego me hicieron presidente a mí, y eso que yo no quería, donde estuve dos años. El primero lo subimos a Preferente y al siguiente estuvimos a punto de dar el salto a Tercera y el C.D. Leganés a punto de bajar. Les cedimos a dos delanteros, Luisito y Andrés, y terminó salvándose por los pelos.
Entonces hubo una reunión entre el alcalde Ramón Espinar, el presidente Pimentel y un directivo del Leganés, proponiéndome la presidencia del C.D.Leganés, ¡y yo no era ni socio! Para aceptar puse una única condición: que se fusionasen los tres equipos. Finalmente se produjo y llegó a amparar a casi 60 equipos en total.
Actualmente estoy orgulloso de que el Leganés esté en Primera, pero hay que reconocer todo el trabajo de tanta gente que ha estado vinculado a él a lo largo de la historia. Sólo me quedo con las cosas buenas. Me siento de Leganés, llevo aquí muchos años.
– ¿Cuántas noches sin dormir ha pasado Jesús Polo a costa del Leganés? ¿Cuál fue su secreto como máximo responsable del Club?
Mi única preocupación era que en el Leganés no le debiera nada a nadie. Aquí se cobraba del uno al cinco de cada mes y todos tenían un sueldo, desde los juveniles hasta el personal del club. Éramos una referencia tanto en la Federación como en la Liga de Fútbol Profesional. Por eso el Real Madrid nos dejaba muchos jugadores, porque pagábamos muy bien, poquito, pero siempre a tiempo. Nosotros no nos volvíamos locos, trabajábamos con lo que teníamos.
Para mi era muy importante la cantera. Siempre decía que era como la despensa y teniéndola llena, nunca iba a desaparecer el Club. Así fuimos subiendo: de Preferente a Tercera, posteriormente a Segunda B, luego a Segunda y ahora está en Primera siendo fruto del trabajo a lo largo de los años.
Tuvimos muy buen trato con el Ayuntamiento, tanto con los concejales como los alcaldes, desde Luaces, que en paz descanse, hasta hoy con Santiago Llorente, siempre ha sido muy buena en general con todas las corporaciones municipales. Íbamos muy cogidos de la mano. Todos trabajábamos para el pueblo de Leganés. Estoy seguro de que el Lega ha servido a muchos niños para no caer en la tentación de las drogas.
– El fútbol ha cambiado, pero ¿qué ha cambiado de Jesús Polo para no seguir vinculado a él? ¿Cómo fueron aquellos años al frente del equipo?
Yo siempre he estado vinculado con el Leganés y siempre lo llevaré en mi corazón. He trabajado mucho por él desde que lo cogí en el 74 y me costó mucho trabajo entonces.
Era otra época, nos levantábamos a las siete de la mañana para regar el campo, que era de tierra, cuando jugábamos a las doce porque aquello sino era una lija. Posteriormente en Segunda División teníamos 45 millones de pesetas para 10 equipos, ¡pero fíjate qué equipos! El Leganés «B» con críos de menos de 20 años subieron dos veces a Segunda «B» donde llegaron a jugar con el Getafe.
Recuerdo que el primer club en firmar un contrato de televisión con Antena 3 fuimos nosotros. Aquello significó unos 100 millones de las antiguas pesetas.
Ahora bien, la vida y el fútbol tiene sus ciclos y sus etapas. Sólo te diré que Javier Tebas me llevaba los papeles del Club y ahora mírale donde está. En mi opinión, creo que ha conseguido buenas cosas para el fútbol.

Celebración del ascenso a Segunda División en 1993. Foto: Mariano Callejo
– De ser un equipo de pueblo a colocarlo en la liga profesional. ¿Qué le aportó este ascenso del Leganés?
Estuvimos a un punto, por un penalti fallado, de subir a Primera División. En Segunda durante un tiempo fuimos un equipo muy puntero. También fuimos aprendiendo del Real Madrid, del Atlético, del Athletic… En los descansos nos tomábamos una copita, una tortillita y unos callos con la intención de tratar a las directivas de los rivales de la mejor forma posible. Que por cierto, los periodistas se lo tomaban también ¿eh? (risas). Por eso el Leganés era un equipo querido por todo el mundo, porque el trato era muy bueno.
– ¿Con qué partido se quedaría de su etapa como presidente y cuál borraría de la memoria?
Ha habido muchos, pero ahora mismo recuerdo unos cuantos. Por ejemplo un partido que jugamos en la isla de La Palma en Tercera. Íbamos ganando 0-1 y en el minuto 90 el trencilla pitó penalti en contra del Leganés. Fue fuera del área, pero él lo pitó dentro. Empate. Al minuto siguiente… ¡Otro penalti en contra! Nos terminaron ganando 2-1.
El vuelo hacia Madrid los árbitros venían en nuestro mismo avión. Entonces me acerqué al árbitro y le dije: «¡Pero hombre!, ¡¿qué ha hecho usted?! Si no han sido penaltis ninguno de los dos». Y me contestó: «¿Qué quiere usted?, ¿qué nos hubieran matado?» Con el paso de los años, la verdad, creo que esa respuesta fue muy sensata, porque si se nos hubiera ocurrido ganar, de allí no hubiéramos salido vivos.
En un partido contra el Elche perdimos 4-0 e íbamos penúltimos. A la vuelta paré con mi mujer en La Roda y casualmente también los jugadores estaban cenando en el mismo mesón. Compré una docena de Miguelitos para todos los jugadores, utilleros, cuerpo técnico… Un amigo me regañó diciendo: «Pero presidente, ¿cómo hace usted esto habiendo perdido 4-0?» Le respondí: «He visto el partido, mis jugadores han corrido y se han dejado la piel, ¡pero es que los otros eran mejores!» Después de aquel detalle resulta que ganamos tres partidos seguidos.
Otro partido que recuerdo fue en el Luis Rodríguez de Miguel contra el Marbella. Hubo un penalti clarísimo de su lateral izquierdo por una mano, fue descarado… De haberlo pitado y transformado, hubiéramos jugado la promoción de ascenso a Primera División. Pero bueno, en fútbol, dos y dos casi nunca son cuatro, casi siempre son cinco.
– En aquellos últimos partidos de liga en los que el Leganés estuvo hasta la última jornada con posibilidades de ascenso, contra el Villarreal, ¿cree usted que hubo cosas raras?
Sí, que hubo cosas raras. Siempre había cosas por aquel entonces, pero creo que hoy día no se da tanto. Cuando estábamos en Segunda siempre rezaba por no vernos entre los cinco últimos en la ultima jornada porque sí, se veían cosas raras.
Eso sí, te digo, en Leganés nunca hicimos nada porque nunca tuvimos dinero. Pero vete tú a saber qué habría hecho el C.D. Leganés si estando a punto de bajar hubiéramos tenido algo de liquidez.
Creo que hoy hay mucho más dinero en el fútbol y no creo que sea necesario recurrir a esas cosas.
– Enfilamos la parte final de su mandato. ¿Qué recuerdo guarda de la temporada de los argentinos?
Nosotros sufrimos una transformación muy grande, de ser un equipo pequeñito con un presupuesto de 550 millones de pesetas a Grinbank, que lo llevó a 1.250 millones, siendo una diferencia inmensa. Es cierto que Daniel Grinbank perdió mas de dos millones de euros con aquello. Cuando se fueron por Navidad tuve que pagar los pasajes desde Argentina para que volvieran todos los jugadores.
Había muy buen equipo, pero este hombre se equivocó. Se pensaba que esto era una mina, y no. Nosotros éramos Fernando Santos, Rafa Cortijo y algún directivo más dedicándonos a buscar dinero para el Club. Fue una etapa convulsa, trabajé desinteresadamente para el Leganés. Vine aquí con una mano delante y otra detrás y este pueblo me lo ha dado todo. En ese sentimiento meto al pueblo y meto al Club.
– Un inciso. ¿Cuán de importante fue la figura de Rafa Cortijo en el Leganés?
Rafa Cortijo entró en mi empresa con 14 años y lleva ya 44 años conmigo. Él lo era todo en el Leganés: fue portero, segundo entrenador, secretario técnico… Es una persona muy trabajadora, humilde y que siempre miraba para casa.
– Vayamos al último partido contra el Córdoba, ¿recuerda algún comportamiento extraño de sus jugadores?
Recuerdo aquel partido… fue el último con los argentinos. Nos jugábamos bajar a Segunda «B» ambos . El Córdoba es un equipo que siembre tuvo mucho dinero. Y sí, vi cosas raras, pero tampoco podias señalar a nadie aunque lo supieras fehacientemente porque encima te metían una querella y el que podías ir a la cárcel eras tú. En el fútbol es mejor oír, ver y callar.

La plantilla al completo de la temporada 94/95 con muchos canteranos en sus filas. Foto: Mariano Callejo
– ¿Qué se le pasó por la cabeza cuando vio al Leganés ascender a Primera?
Tres o cuatro meses antes yo lo veía muy bien aunque después se complicó y el calendario no era fácil. La victoria en Oviedo fue una de las grandes machadas de este club. Lo podría comparar con nuestro ascenso a Segunda División jugando contra el Elche y Xerez. La mayoría del equipo eran canteranos nuestros y Luis Ángel Duque el entrenador. Estas cosas ocurren muy pocas veces en la vida pero esa es la grandeza del fútbol, que no se miden los logros por los millones de uno u otro club. Nosotros subimos a Segunda con un buen equipo, un buen entrenador y siendo todos una familia. Y en éste ascenso a Primera ha pasado lo mismo. Un gran entrenador, un buen juego y una buena dirección.
– La cantera siempre tuvo importancia en su época pero, ¿de quién se siente más orgulloso de que saliese de las categorías inferiores y debutara en el primer equipo?
Fueron muchos… Alfredo, Vivar Dorado, Merino, Víctor, Antonio López, Pachón… Ten en cuenta que el Leganés vivía de los traspasos.
Antonio López y Pachón le supusieron 400 millones de pesetas al Valladolid, a Pachón le quedaba un año pero llegó el representante presionando para que se fuera ese año. Claro, en esa operación el representante se embolsó una factura de 20 millones de pesetas. El fútbol se mueve así.
– Mójese, ¿de qué jugador guarda especial cariño?
La verdad es que de muchos, todos éramos una familia, destacar a uno sería una injusticia porque me olvidaría de otros. A todos les decía que me tuteasen y les recalcaba que se me podían tener el mismo respeto llamándome de «usted» que llamándome de «tú». Eso sí, luego les decía que yo con hombres iba al fin del mundo pero con mierdas no iba ni a la puerta de la calle.
– Le tocó también lidiar con el León Indomable ¿Cómo viviste los primeros pasos de Eto’o en España?
Samuel Eto’o era un fenómeno. Estuvo en el mejor equipo que tuvo el Leganés, con Mesas, Unanua, Moj, Catanha… recuerdo que jugamos contra el Sevilla y el entrenador no sacó a Eto’o en el primer tiempo e íbamos perdiendo 2-0. Tras el descanso salieron Catanha y Eto’o y empatamos a los pocos minutos. Era un crío pero era un figura. Él decía que yo era su segundo padre.
– Fichajes. ¿Cuál fue el más caro qué tuvo que hacer?
James Madriaga, que vino de Brasil. Nos costó 17 millones de pesetas, mucho dinero en aquellos tiempos y estuvo dos o tres años. Lo llevaba el mismo representante que a Roberto Carlos. El problema fue que en Madrid hay Caballitos y Carnaval y se hizo un golfete por aquí el jodío. Eran jóvenes y ganaban dinero como para disfrutar un poquito, normal.
– Otra parte importante en el mundo del fútbol: entrenadores. ¿Cuál fue al que más le costó despedir?
Siempre era doloroso despedir a cualquier entrenador ya que teníamos una relación buena con todos. Nunca me metía con ellos pero recuerdo a un entrenador, Segura, era muy bueno, vino al Leganés estando en Tercera División. Éste hombre jugaba muy amarrategui, no pasábamos del centro campo.
Nunca hablaba en los vestuarios, pero una vez, siendo yo muy joven y con poco tiempo de presidente, íbamos perdiendo 0-2 con el Don Benito y el entrenador se me excusaba diciendo que había habido dos penaltis que no nos habían pitado, y le contesté: «¿Pero cómo nos van a pitar algún penalti, si no pasamos del centro del campo?» Me salió del alma.
Al final tuve que pagarle lo que le debíamos y despedirlo.

Jesús Polo siendo entrevistado por el periodista Alfredo Duro. Foto: Mariano Callejo
– Butarque acaba de cumplir 19 años. ¿Cómo vivió ese traslado desde el Luis Rodríguez de Miguel?
El nuevo campo iba a ser construido donde está actualmente La Cubierta. Pero cuando se decidió hacer la plaza de toros me dieron a elegir entre otras ubicaciones: o bien cerca de Polvoranca o bien en la Ciudad del Automóvil o donde se ubica actualmente. Elegí la última porque estaba convencido de que al final esa zona se terminaría incorporando al pueblo de Leganés.
Aquella decisión fue criticada porque la gente no se veía yendo andando al campo. Ahora, el Estadio Butarque si se cubre como tribuna por todo el campo, puede llegar a los 20.000 espectadores y ser uno de los estadios más modernos de toda España. La cimentación de la grada lateral, fondos y tribuna se dejó preparada para un aforo similar de cara al futuro.
– ¿Qué sientes al ver que se ha puesto su nombre al estadio anexo a Butarque?
Estoy agradecido por el detalle del anexo pero os voy a ser sinceros con el estadio. La Virgen de Butarque es la patrona de Leganés y el Lega es su estandarte. Es de justicia que el estadio se llame así.
– ¿Qué destacaría de la gestión de la familia Moreno?
Sé que el Club le ha costado mucho trabajo y dinero. Así que no cabe crítica por mi parte ni a la familia Moreno ni a Rubén Fernández, que fue a quien yo vendí el Club. Hay que quitarse el sombrero con Felipe y Victoria, lo están haciendo muy bien. El entrenador Asier Garitano también lo está haciendo de cine, al haber llevado al equipo a Primera División, que es una cosa muy grande. Ojalá se pueda quedar ahí toda la vida.
Rezo cada día para que nos mantengamos y nos pueda pasar como el Eibar, que lleva años ahí y ha podido, gracias a las cantidades que se manejan en la LFP, remodelar el estadio, hacer buenos equipos e iniciar un proyecto a largo plazo.
– ¿Te pidió algún consejo Victoria Pavón?
Alguna opinión por los muchos años que fui presidente sí me pidió.
Todavía no hay comentarios.
Nadie ha dejado un comentario para este post. Aun.