Se presentaba el Leganés en Málaga con un once que empezamos a sabernos de memoria. Era la tercera jornada consecutiva en la que Asier apostaba por los mismos hombres. Serantes; V.Díaz, Medjani, Mantovani, D.Rico; R.Pérez; Timor; Omar Ramos, Gabriel, Szymanowski; Luciano.

El Lega comenzó desplegando su juego desde los primeros minutos. Con llegadas y acercamientos tan claros como el que tuvo en aquella jugada en la que Kameni primero sacó el disparo de Szymanowski y en el mismo rechazo se la sacó a Víctor Díaz. Pudo cambiar todo.

Pero llegaría un penalti en contra que todo cambiaría. Y más tarde la puntilla. El 2-0 justo antes del penalti. Un gol que pilló a la zaga pepinera en cuadro. Bien es cierto que se venía de un saque de esquina a favor, pero aquí los despistes cuestan caros.

 

 

Mucho espacio atrás que con un gran pase de Sandro a la espalda de uno de los últimos hombres del Lega hizo que Chory Castro se plantara frente a Serantes que nada pudo hacer.

No era la tarde del Lega. Y mucho menos de sus hombres de atrás. El tercer gol malaguista da buena muestra de ello. Siete hombres pepineros dentro del área frente a tres malaguistas. Los tres del Málaga rematan, uno tras otro, sin que la defensa del Leganés logre despejar.

 

 

Una permisividad defensiva que se paga cara. Ya lo viene avisando Garitano, le preocupa encajar tantos goles. No se pueden dar este tipo de facilidades atrás. La solidez defensiva siempre ha preocupado al técnico vasco y en los últimos partidos se vienen sucediendo errores que cuestan partidos.

En una tarde en la que todo parecía salir mal, poco se puede sacar de positivo. Si bien es cierto que en ataque el Leganés lo intentó en contadas ocasiones, sí desplegó mucha gente en ataque. Y fue Szymanowski uno de los hombres más destacados en esta faceta. Muchas de las jugadas de ataque vinieron por esa banda izquierda.

 

 

Ahora espera la Real Sociedad, veremos si Garitano decide mover fichas después de esta derrota o continúa apostando por la continuidad.