El delantero madrileño apenas ha tenido participación esta temporada y buscará en la cantera celeste recuperar los minutos con los que sí ha contado en años anteriores.

Manu Garrido será jugador del Real Club Celta de Vigo «B» hasta el 30 de junio tras oficializarse su cesión al filial del conjunto gallego que milita en el grupo 1 de la 1ªRFEF en la novena posición. A pesar de participar saliendo desde el banquillo en los tres primeros partidos para Imanol Idiakez, la llegada de Parzyszek y una lesión lo han tenido alejado de los minutos que precisa una de las perlas de la cantera pepinera.

En la 18/19 ya hizo su debut con el filial disputando siete partidos y marcando tres goles tras ser una de las sensaciones del Juvenil «A». Una temporada después elevó sus registros hasta los seis tantos en 18 encuentros. Eso le valió para ser convocado con el primer equipo después de la vuelta de la competición suspendida por la pandemia del COVID-19. Disputó cuatro partidos a las órdenes de Javier Aguirre y eso le hizo ganarse un hueco en la primera plantilla.

Sin embargo, no le han salido demasiado rodadas las cosas desde entonces. Dos cesiones consecutivas a Hércules y UCAM le han servido para seguir creciendo profesionalmente, pero no en cuanto a registros. Su primera temporada en Alicante fue bastante satisfactorio, disputando 20 de los 30 partidos de aquella campaña y anotando cuatro goles. La campaña pasada en Murcia empezó con mucho ímpetu, pero los cambios de entrenador y las lesiones terminaron con su participación a finales de abril con 23 partidos jugados y cuatro tantos en su haber.

Este movimiento ha supuesto dos cambios en la situación contractual de Manu. El primero el de la extensión de su contrato un año más, pasando de finalizar el 30 de junio de 2024 al mismo día de 2025. El otro viene impuesto por el club celeste, el cual se guarda una opción de compra que podría ejecutar para quedarse en propiedad con el jugador madrileño.