Ezequiel Matías Muñoz (Pergamino, 8 de octubre de 1990) jugará las tres próximas campañas en el C.D. Leganés tras llegar procedente del Genoa C.F.C., club en el que jugó las últimas dos temporadas.
Se formó en las categorías inferiores del Club Viajantes de su natal Pergamino hasta los 14 años que pasó a vivir en Buenos Aires reclutado por Boca Juniors. Debutaría tres años después con los xeneizes aun siendo juvenil ante Liga de Quito en la Copa Sudámericana. Volvería un año después para jugar tres partidos en el Clausura de 2009 donde se produjo una grave lesión con una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla derecha, que lo dejó apartado prácticamente todo el año de los terrenos de juego. Volvería para jugar el Clausura de 2010 donde se hizo con un puesto en el once a las órdenes de Abel Alves y Pompei antes de marcharse al Palermo por ocho millones de dólares (de los que seis, unos 4’6 millones de euros, fueron para el conjunto xeneize). El Chiquito, apodo que le puso el jugador del Atlético de Madrid Nico Gaitán, ponía rumbo a Europa donde ya habían jugado compañeros suyos como Riquelme o Martín Palermo.
En la capital Sicilia las cosas siempre le funcionaron hasta su marcha. El primer año disputó 42 partidos (34 de liga y cuatro de Europa League y Coppa Italia) siendo indiscutible tanto para Dellio Rossi como para Cosmi. La cosa se torció con la llegada de Mangia al banquillo del Renzo Barbera y Muñoz tuvo que esperar a que le sustituyera Mutti para volver a ser un indiscutible de la zaga rosa. Disputó 21 partidos siendo 19 ligueros, donde se estrenó como goleador con un tanto ante el Lecce, y dos de competición europea. La tercera campaña terminó resultando trágica, ni Sannino ni Gasperini terminaron enderezando un rumbo que llevó al club isleño al descenso a la Serie B. En lo personal participó en 32 encuentros y sería uno de los puntales para el siguiente año.
Elegido como segundo capitán, el central de Pergamino fue una de las piezas básicas en las que se sustentó el equipo dirigido por Gennaro Gattuso en un primer momento y posteriormente por Iachini. Junto con los Belotti, Dybala (del que fue su traductor) y ‘Mudo’ Vázquez, hicieron posible el retorno a la Serie A a falta de cinco jornadas. En su cuarto año en el sur de Italia Muñoz se afianzó con 33 presencias en las que firmó tres tantos y su primer doblete como profesional. Llegado su quinto año en la entidad siciliana las cosas parecían seguir yendo viento en popa, sin embargo todo se torció a principios del año 2015 cuando se acercaba el final de su contrato y el Palermo quería renovarlo. Tras no llegar a un acuerdo abandonó la capital siciliana después de 142 partidos (13 aquella última campaña con un gol) siendo cedido a la Sampdoria. Con Sinisa Mihajlovic no tuvo demasiadas oportunidades debido a las lesiones (isquiotibial) y solo pudo completar cuatro encuentro más antes de firmar por el Genoa para las siguientes cuatro temporadas.
En Liguria las lesiones lo atormentaron y Gasperini, técnico que había tenido en el Palermo, solo pudo alinearlo en 18 partidos. La temporada pasada con Juric y Mandorlini en el banquillo volvió a coger los mandos de la zaga rossoblu junto con su compatriota Burdisso y el italiano Izzo. Terminó actuando en 31 partidos de liga y uno de copa salvando al Genoa del descenso a Serie B. Tras el inicio de la pretemporada y la dificultad para tener minutos este año, el argentino ha decidido probar suerte en la liga española para enrolarse en las filas del C.D. Leganés.
Muñoz es un defensa central argentino con pasaporte español que destaca por su fortaleza y potencia. Posee un gran juego aéreo y una anticipación que lo hacen un zaguero muy difícil de superar. Posee amplia experiencia en la Serie A donde ha jugado siete de las últimas seis temporadas. Internacional sub 17 y sub 20 por la selección Argentina, fue llamado por la absoluta dirigida por Diego Armando Maradona pero no pudo acudir por lesión. Fue seguido por el Real Madrid a los 17 años e incluido por la extinta revista Don Balón como uno de los jugadores más prometedores nacidos a partir de 1990. Sus ídolos siempre fueron Ayala, Samuel y el paraguayo y ex compañero Cáceres.