Un Leganés sobresaliente, excelso, mayúsculo y gigante sacó el orgullo en el Carlos Tartiere para firmar una victoria crucial en las aspiraciones por ascender a Primera. Los pupilos de Asier Garitano cuajaron un sensacional encuentro que, incluso, merecieron ganar ampliamente. Serantes detuvo un penalti tras el 0-1 de Gabriel, excelente durante todo el partido.

Real Oviedo 0-1 C.D. Leganés

El Leganés sacó adelante el partido más importante de su historia. No se trata de la euforia postvictoria, ni mucho menos de una expresión grandilocuente, muy dadas en el periodismo deportivo. No. Nada de eso. Se trata del triunfo más relevante porque el Lega está a sólo dos partidos de Primera División. Podría ser uno, si es que el Nàstic no gana al Lugo y los blanquiazules vencen al Llagostera. En cualquier caso, mirando por un lado o por el otro, hablamos de una victoria capital.

Seguramente ninguno de los seguidores del Leganés imaginó verse en esta situación, con el billete a Primera a tiro de piedra, pero es que este Lega es mucho Lega. Salió al Tartiere asumiendo el papel de protagonista, defendiendo con el balón y dejando un poso más que notable. El público ovetense pronto se dio cuenta de que el rendimiento de los madrileños no es casualidad. Con más del 70% de la posesión, Gabriel la estrelló en el larguero y, poco después, Asdrúbal se quedó corto en un remate de cabeza. El canario y el brasileño hicieron buenas migas en el balcón del área, también con la aportación de un buen Miramón.

El Oviedo replicó con un disparo de Toché, poca cosa, y el Lega subió la apuesta con una jugada de Gabriel cuyo pase de la muerte no terminó por muy poco en los pies de Asdrúbal. El de Las Palmas y el de la Juve camparon a sus anchas en el estadio con mejores números de la categoría. A partir de ahí, con el comienzo del segundo acto, nada detuvo a los pepineros, que siguieron buscando el gol que diera respuesta a la falta de Naranjo.

Y llegó. Y tanto que llegó. Timor botó una falta en tres cuartos que acabó con un certero remate de Gabriel. El gol alivió a la parroquia pepinera. La imagen del mediapunta redense con los dedos al cielo anunciaba que algo bueno estaba por pasar. Incluso el 0-2 era lo más lógico viendo los minutos siguientes. Sin embargo, tras una acción inofensiva, Mantovani hizo falta a Toché al borde del área y el árbitro señaló penalti, el cuarto consecutivo en contra del Leganés.

Serantes se disfrazó de héroe, Jon Ander I de Barakaldo, y terminó lloranando de alegría con el pitido final. Su parada a Susaeta siguió dando vida a un Lega que perdonó la tranquilidad en un mano a mano de Rubén Peña y en otros dos lanzamientos del gran Szymanowski, eléctrico como su nombre, imparable para la zaga carbayona. Murió el partido, con seis minutos de prolongación y el Lega dijo ‘SÍ’ bien alto. ‘SÍ’ a un ascenso que está más cerca que nunca. El sueño sigue por todo lo alto.

FICHA TÉCNICA | REAL OVIEDO, 0 – C.D. LEGANÉS, 1.

REAL OVIEDO: Rubén Miño; Josete, David Fernández, José Fernández, Bautista (Míchel, 63′); Erice (Viti, 80′), Edu Bedia, Susaeta, Hervías; Linares (Koné, 72′) y Toché

CD LEGANÉS: Serantes; Bustinza, Mantovani, Insua, Albizua, Sastre (Víctor Díaz 83′), David Timor, Szymanowski, Miramón (Alberto Martín, 71′), Gabriel y Asdrúbal (Rubén Peña, 55′).

GOLES: 0-1: Gabriel, 61′.

ÁRBITRO: Dámaso Arcediano Monescillo (colegio castellano manchego). Amonestó a Toché (16′), Linares (54′), Edu Bedia (64′), Fernández (90+3′) del Oviedo y a Timor (24′), Sastre (40′) y Mantovani (65′) del Leganés.

INCIDENCIAS: Estadio Carlos Tartiere, 16.576 espectadores.