Con múltiples bajas tras la resaca copera, el Leganés sacó petróleo de Huesca. No fueron tres puntos, pero sí uno que permite mantener la dinámica positiva que el equipo venía demostrando durante las últimas jornadas.

Imagen: lfp.es

SD HUESCA 1-1 CD LEGANÉS

Los oscenses comenzaron tímidos, fruto de un Lega que apretó y supo cómo jugar en campo contrario. La pelota les duraba a los de Garitano, quien volvió a optar por defensa de cinco, con Mantovani, Insua y Albizua como centrales. De igual forma, Anquela también apostó por una zaga igual de numerosa. Los blanquiazules no consiguieron hacer mucho daño a Whalley con un Borja Lázaro que estuvo poco arropado, y donde las bandas fueron el lugar de más acción de los pepineros.

Sin embargo, la lesión de Christian en los locales en el minuto 21’, provocó que Anquela recolocara a los suyos, optando así por dejar a cuatro atrás. Fue entonces cuando el Huesca adelantó líneas y complicó más las cosas a los madrileños. En una de las primeras llegadas de peligro, Machís estrelló la pelota en el poste de la portería de Serantes. Fue el primer susto para los pepineros, que perdieron la capacidad de control que hasta entonces habían tenido.

La segunda parte comenzó fatal para los de Garitano. No conseguían los blanquiazules hacerse con la pelota, ante un Huesca que parecía haber cambiado de cara, mucho más agresivo y vertical. No obstante, con un centro aparentemente poco amenazante en el 59’, Machís aprovechaba una mala salida de Serantes, quien no se entendió con Albizua, para marcar a placer. La reacción pepinera debía ser rápida, o muy drástica en cuanto a su juego. Fue lo primero, porque a los cuatro minutos, Sastre marcaba en una jugada igual de rocambolesca que el gol local. Centro raso y blandito de Soriano que nadie consigue despejar hasta toparse con el palo y rebotar, prácticamente, en el pie de Sastre.

Desde entonces, el Lega fue quien mandó en el juego, posicionándose mejor y mucho más tranquilo en el campo. La ocasión más clara la volvió a tener el Lega, en un despiste defensivo de los oscenses, que se quedó en un gran susto para los de Anquela gracias a que Whalley atajó a bocajarro un disparo de Toni desde el área pequeña. A medida que pasaban los minutos, el Leganés supo medir los tiempos para llevarse un punto que, fuera de casa, sigue valiendo oro.